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El Slytherin caminó hasta la biblioteca tratando de no mirar atrás.

Su cabeza era todo un lío de problemas y sus pensamientos se enredaban entre sí impidiendo que el rubio pudiera acomodar y ordenar sus prioridades.

Lo que sí rondaba más por su cabeza era la nueva incógnita del famoso pene de Weasley y el cómo demonios Harry Potter sabía de qué tamaño era.

El rubio terminó llegando a la conclusión de que ahora sabía porque se había sentido tan malditamente bien estar con Potter.

No era del todo virgen.

¿Siquiera tenía sentido estar enojado?.

Se cuestionó seriamente el rubio mientras que se colocaba frente a la gigantesca estatua imponente de dragón gris.

No, no tenía sentido estar enojado, Potter y él no eran nada como para que pudiera celarlo.

Además de que tenía cosas más importantes que resolver.

Ya no era un presentimiento el hecho de que había algo que recordar sobre Potter, era claro que algo tenía que ver con Potter y su familia.

El salón de las memorias Malfoy no respondía a la contraseña usual, él la había cambiado y en uno de sus libros preferidos había encontrado el dibujo de la gárgola de Dragón con el nombre de Maven abajo.

Claramente intentó con el simple nombre cosa que no funcionó.

Lo que más le daba... curiosidad, era que era la letra de Potter quien había escrito aquella cosa y al parecer Potter no había identificado el nombre.

Frustrado Draco se masajeó con cuidado sus cienes.

Lo más probable era una cosa impensable para Draco... simplemente no podía ser lo que el rubio pensaba.

Pero irónicamente su corazón le decía que sí, que era eso que sentía en el pecho, que era esas pequeñas sospechas de cuando vagamente se cuestionaba porque le motivaba ayudar y complacer a Potter.

Simplemente verlo feliz.

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por unos toques en la puerta, aquellos toques hicieron que irritado Draco bufara alejándose de la estatua del Dragón.

-Adelante.-Dijo malhumorado el rubio.

Lo primero que enfocaron sus ojos fue aquella piel pálida desabrida, tan suave y atrayente para luego navegar lentamente con su mirada recorriendo todo el cuerpo de Harry, buscando necesitadamente que cada prenda en él estuviera bien acomodada, como debía que ser.

La falda gris estaba más arriba de lo normal permitiendo que los ojos de Draco se deleitaran con los bellos muslos carnosos de Harry, la mirada del Slytherin bajo a las hermosas piernas cortas y bien proporcionadas.

Por un carraspeó incómodo del Weasley, Malfoy se vio obligado a subir la mirada para ver a Harry quien parecía haberse quedado quieto en su lugar mirando tras de Draco.

Aquellas esmeraldas verdes reflejaban completa curiosidad antes de posarse en el fino rostro delicado de Draco.

Esmeralda y Mercurio se encontraron.

Ambos perdiéndose en los diferentes matices de colores que el iris contrario poseía, cada uno intentando ver más allá de esto para poder descifrar qué era lo que el otro pensaba.

-¿Ambos están bien? .-Cuestiono Ron rompiendo el aura de curiosidad que ambos habían creado.

Harry fue el primero en reaccionar, parpadeando rápidamente desviando con algo de trabajo la mirada de Draco.

--•◦𝑩𝒆𝒔𝒐𝒔 𝑬𝒔𝒄𝒂𝒓𝒍𝒂𝒕𝒂 •◦--Where stories live. Discover now