Malas decisiones

Capitulo 7

"Mentiras y verdades"

Me levanto refregándome los ojos con mis manos y me dirijo automáticamente al cuarto de baño para lavarme la cara.

Cuando salgo veo la hora en mi reloj y me doy cuenta de que son las dos de la madrugada y que dormí desde la tarde hasta ahora.

Tomo una pequeña manta para tapar mis hombros ya que el frio de a poco se hace presente y decido bajar a la cocina por un dulce y un vaso de agua refrescante.

Cuando estoy pasando el pasillo observo como mi hermano al igual que su amigo están durmiendo plácidamente pero lo que me llama la atención es un murmullo en la parte de debajo de la casa.

Decido llegar a los escalones y sentarme allí para poder escuchar sin que alguien me vea o escuche que estoy sentada ahí.

— Tranquilízate Zac —le dice una voz que no llego a reconocer—. Todo saldrá de acuerdo al plan.

— Claro tú estás tranquilo porque no está en peligro nada para ti —ataca mi hermano.

— ¿No seas infantil quieres?

— Nate di algo —le dice mi hermano y me quedo sorprendida mientras estoy sentada—. No has dicho nada desde que llegamos.

Veo como toda la sala se queda en silencio esperando su respuesta y yo decido volver a mi cuarto pero me detiene la contestación de él.

— Iremos mañana a finalizar clases y resolveremos esto de la única manera que existe.

De repente siento unas manos en mi espalda y suelto un grito que resuena en toda la casa. Me paro de inmediato y al darme vuelta veo que se trata de un Marcus adormecido. Le digo que haga silencio y lo tomo de la mano para bajar al salón y hacer como si no escuche nada de su conversación.

Bajamos y cuando terminamos de bajar el último escalón puedo ver que en la sala estaba Nate, Zac, Derek y Adam.

Los cuatro giran a vernos con diferentes expresiones en su cara decido sonreírles e ir por un vaso de agua con Marcus haciendo como si todo fuera normal.

— ¿Por qué gritaste de esa manera? —cuestiona mi hermano mayor.

— Estaba en mi cuarto y Marcus me asusto y decidí bajar por un vaso de agua —le contesto mintiendo.

Mi hermano asiente creyéndose todo a la perfección y cuando termino de servir mi vaso paso por al lado de ahora tres chicos ya que Nate no se encontraba y decido subir a mi habitación pero alguien me lo impide.

— ¿Escuchaste algo ricitos de oro? —me pregunta Nate saliendo del cuarto de baño del pasillo.

— ¿Escuchar que cosa? —me hago la tonta.

El niega la cabeza y se acerca peligrosamente cerca de donde estoy aun parada junto a mi vaso.

— Mañana a finalizar clases te vienes conmigo —me dice el mirándome fijamente a los ojos.

— Mañana me juntare con Alice —digo rápidamente y vuelvo a mentir—. Sera un pena no tener mi presencia.

— Dile a Alice que no —me vuelve a decir y sé que sabe que escuche y no quiere que vaya al supuesto lugar que solucionaran todo.

— Ella me necesita porque emm.... —piensa Astrid piensa—. Su gato murió.

Y ahí me doy cuenta que soy pésima mintiendo y que él se ríe porque sabe que lo que le digo es mentira.

— Lo que tú digas rubia.

Con eso dicho pasa por mi lado sonriente y yo subo a mi habitación para poder seguir durmiendo o lo que yo pensé que podría llover.

****

— Apúrate Astrid —me regaña Alice—. Llegaremos tarde a la charla del director y será tu culpa.

El director Nills nos había convocado a los dos últimos años a una charla informativa sobre nuestra educación. Pero lo que no sabía es que esa charla era justo después de la clase de gimnasia donde ahora me encuentro en los baños de la escuela tratando de que mi cara sudada y roja vuelva a la normalidad.

Me coloco la sudadera de deportes del colegio y tomo mi mochila para salir junto a mi amiga hacia dicha charla que no quisiera ir.

Alice como de costumbre busca a su novio y cuando lo encuentra tira de mí para que nos sentemos junto a su grupo. Como era de esperarse no le prestó atención a lo que el profesor dice y me coloco un audífono pasándole otro a Finn para escuchar nuestros temas favoritos.

La charla luego de cuarenta insoportables minutos finaliza y todos nos vamos de allí. Tomo del brazo a mi amigo para ir adelante mientras que Alice y los demás van detrás.

Cuando volteo para verlos puedo observar como todos tienen cara de preocupación menos Adam que trata de poner una sonrisa falsa a su novia mientras que ella le platica animadamente.

Me suelto del brazo de mi mejor amigo y me coloco al lado de Nate para poder halarle.

— ¿Preocupado Myers? —le pregunto.

— ¿Por qué lo dices? —me pregunta preocupado.

— Solo con ver tu cara dices todo —respondo sin importancia.

— Alice —llama a mi amiga la cual viene con puros ánimos—. ¿Qué le sucedió a tu gato?

Al escuchar esa pregunta me pongo pálida al instante por lo que mi amiga le llegue a responder y cague todo mi plan.

— A mi gato no le... —no la dejo terminar porque le pego un codazo haciendo que me vean extrañada. Alice me comprende y sigue mi juego—. Lo tuvimos que llevar a la veterinaria.

— ¿Y necesitas la ayuda urgente de Jones?

Alice me mira como si quisiera saber sobre que habla pero yo la miro con un gesto que hace que entienda todo.

— ¡Claro que sí! —exclama ella—. Es un momento muy duro para mí.

Ella se tapa su cara con sus manos dramáticamente y lo que hace me deja aún más sorprendida. Alice comienza a dramatizar su acto derramando unas lágrimas falsas y secándoselas con sus yemas.

La abrazo y acaricio su espalda como si quisiera tranquilizarla. Nate nos mira raro y los chicos se quedan callados.

— Es un tema delicado para ella —les explico—. Pueden irse yo me iré con ella.

Todos asienten y se van a la salida de la escuela. Cuando veo que todos incluido Nate no están a la vista me despego de mi amiga.

— ¿Por qué me hiciste sacar mi lado actriz? —me cuestiona Alice arreglando su ropa de gimnasia.

— Ellos traman algo Alice —respondo—. Ayer escuche que a la salida arreglarían un asunto que los tiene preocupado.

— ¡¿Y qué hacemos todavía aquí?! —grita y mira a Finn—. Tú serás nuestro chofer.

Le tira las llaves de su auto y los tres nos encaminamos en cubierto para seguir a mi hermano y sus amigos a donde se supone que irán y descubrir su mentir.