Capitulo 23

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"¿Sentimientos y mentiras?"

Salí a correr junto a Marcus por la mañana a un parque cercano y de paso compramos el regalo para el cumpleaños de nuestro padre que será pronto. Volvíamos en mi auto y cuando estaciono al frente de mi casa me doy cuenta que Nate está sentado afuera de su casa solo.

— Hola Nate —lo saluda Marcus animadamente mientras me codea indisimuladamente.

— ¿Cómo están? —nos pregunta y yo comienzo a ponerme nerviosa.

— Magníficamente menos bichito feo que anduvo un poco nerviosa en su regreso del viaje a Londres —le responde sin filtros y yo lo fulmino con la mirada.

Antes de que pueda pegarle en su hombro me guiña un ojo y corretea dentro de la casa dejándome sola en la acera con Nate en la calle de en frente. Arreglo mi cabello y cuando escucho su voz nuevamente me doy vuelta.

— ¿Así que nerviosa Jones? —me pregunta curioso acercándose hacia mi lado de la calle.

— Solo es Marcus que se cayó al nacer y no sabe a veces que dice —le digo rápidamente entrando en nervios.

— ¿Por qué me evitas rubita? —me pregunta sinceramente mirándome a los ojos.

El esta tan cerca que no me deja ni pensar. Mi respiración se aumenta cada vez más y es allí cuando los consejos de Holly y mi madre aparecen para darme confianza.

>> — ¿Es por aquel te quiero? —me pregunta nuevamente a causa de mi silencio.

Y es allí donde mi confianza se va nuevamente.

— Sé que lo dije muy de repente Nate y que hui indirectamente luego de decirlo —comienzo a explicarle—, pero en realidad si lo siento y mucho y es una sensación que no puedo explicar porque nunca me había sucedido.

— ¿Es como si cuando estas con esa persona indicada te falta el aire y cuando ves sus ojos ves en realidad paz y sientes que nunca quieres irse de su lado? —me pregunta tomando mi mano.

— ¿Cómo lo sabes?

— Porque eso es lo que me pasa cada vez que estoy a tu lado Asti —me contesta y me derrito totalmente por dentro—. Y si tú quieres ¿Me permites estar a tu lado siempre?

Me acerco mucho más hacia él y cruzo mis brazos en su cuello para poder besarlo. El me corresponde el beso con la misma intensidad y esa es la respuesta que le di sin decirle nada más.

— Yo también te quiero rubia —me dice antes de volver a besarme con la misma intensidad de antes.

Estuvimos unos minutos así hasta que una voz a nuestras espaldas nos interrumpe.

— ¡OH POR DIOS! —grita la voz de Alice a nuestras espaldas y nos separamos rápidamente—. ¡Ustedes dos están juntos!

— ¿Estas molesta? —le pregunta Nate y mis nervios vuelven a crecer debido a su contestación.

— Si —responde y mi aire se va­—. ¡Molesta porque no me lo contaron!

— ¡Ni a mí! —dice indignado Finn desde adentro de mi casa con los brazos cruzados.

Junto a mis dos mejores amigos y comienzo a explicarle todo desde un principio sin ningún detalle afuera. Nate en todo este tiempo me escucha atentamente pero no opina nada. Termino de hablar y veo como Alice nos mira a ambos con una sonrisa antes de abalanzarse sobre nosotros y abrazarnos a la vez.

— ¡Mis dos mejores amigos juntos tal como siempre lo soñé! —dice entre lágrimas.

— No seas dramática Alice —la regaña Finn—. Todos sabíamos que aunque Churri lo negara estaba encantada de Nate cada vez que lo veía pero lo pasaba con sus rabietas.

Lo miro con mala cara pero él me sonríe y no puedo estar enojada con él. Nate se va ya que debía resolver unos asuntos y Alice se va a su casa ya que iba para ahí antes de encontrarnos para ayudar a la madre de Nate.

Finn entra conmigo a la casa y me espera hasta que me duche y cambie para acompañarlo a su ensayo con la banda que puede quedar.

***

Escucho atentamente como mi mejor amigo toca los acordes que me mostro el otro día. El ensayo era en un pequeño garaje de uno de los integrantes de la banda que Finn me dijo que se llamaba Sam.

Sam es el cantante el cual canta demasiado bien y el ritmo de todos juntos es muy pegadizo. Tocan una canción y cuando las termino aplaudo haciendo que ellos rían. Deciden aparatarse un poco para debatir si dejar o no a Finn en la banda.

Me pongo al igual que Finn nerviosa en saber si quedara y si queda estaré muy feliz por qué estos chicos se ven muy buenos y sé que serán de buena influencia para mi mejor amigo.

— Quedas en el grupo Finn —le anuncia y yo suelto un gritillo de alegría.

Todos los integrantes comienzan a saludarlos y yo me quedo en una esquina mirándolos. Finn se ve con una sonrisa de oreja a oreja haciendo que me ponga el triple de feliz por él.

— ¿Eres amiga de Nate Myers? —me pregunta Sam colocándose a mi lado.

— En realidad es su chica —contesta Finn salvándome.

— ¿Eres novia de Myers? —Me vuelve a preguntar y yo asiento sin saber si lo soy o no—. Mis respetos por ti, él es un buen jugador.

Solo sonrió sin saber que decir. El tema de las carreras es algo que con Nate no volvimos a tocar y con mi hermano tampoco.

— Mañana por la noche tendrán la carrera definitiva —anuncia otro de los chicos.

— Esos lugares no son muy para mí —les digo y ellos me miran.

— Si te sientes insegura y quieres ir solo búscanos —me dice Sam—. Nosotros siempre vemos al memorioso Myers.

Mi móvil comienza a sonar y el nombre de mi madre aparece en la pantalla. Nos despedimos de los chicos debido a que nos debemos ir para la cena con todos juntos antes del cumpleaños de mi padre.

En todo el camino de regreso me pongo en la mente de que si seguirán en deuda con el tema de las carreras. Pensé que todo se había acabado pero con aquella noticia me di cuenta de que Nate y Zac me lo siguen ocultando y de que mañana iré junto a Finn nuevamente a ese lugar.

Malas decisionesWhere stories live. Discover now