Capitulo 28

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"El perdón"

Me encontraba caminando por mi habitación de lado a lado nerviosa mientras Nate y Alice luchaban actualizando mi correo en mi computador.

Había pasado ya un mes exacto de mi ruptura con Nate. Mi familia nunca me pregunto al respecto solamente se dio cuenta al igual que mis amigos. Yo lo había superado y finalice mi ante último año de instituto y el su último año. Nos habíamos visto en fiestas pero cada vez que nos veíamos yo lo ignoraba por completo.

Pero volviendo al ahora siento un grito de alegría por parte de Alice y voy corriendo hacia el computador para ver de qué se trata.

— Estimada señorita Astrid Jones —comienza a leer Finn—. Queríamos darle la bienvenida a nuestra escuela de artes en Roma, Italia.

Alice se levanta y me abraza fuertemente mientras saltamos y gritamos a la vez. Finn se une a nuestro mini festejo y corro rápidamente hacia abajo con mis dos amigos por detrás para ir a la editorial de mis padres y darles la noticia.

Por la emoción no puedo manejar así que le doy mis llaves a Finn para que nos lleve al lugar. Al cabo de unos minutos llegamos y estaciona en el estacionamiento del edificio. Corro rápidamente por los pasillos mientras mis amigos me esperan en la entrada. Subo por las escaleras y encuentro la oficina de mi madre quien estaba con mi padre y quienes me ven con confusión.

— ¡ME DIERON LA BECA! ­—grito con emoción y mi madre se tapa su boca con sorpresa y rompe a llorar.

Vienen hacia mí y comienzan a abrazarme fuertemente. Comienzo a llorar con ellos y rio por su reacción.

— Felicidades mi niña —me dice mi madre secando sus lágrimas de alegría—. Sabía que podrías lograrlo.

— Tu tío Alex se emocionara cuando lo sepa —me dice mi padre y sonrió alegremente.

— Me citaran luego de las festividades para darme mi residencia y mi plan de estudios allí en Roma —les cuento emocionada.

Comienzo a hacer un baile raro de festejacion y mis padres ríen hasta que unos toques en la puerta interrumpen nuestro festejo. Por la puerta aparece Olivia la madre de Nate quien nos da una sonrisa a boca cerrada. Me despido de mis padres ya que tenían una reunión con ella y decido tomar el ascensor para bajar e irme con mis amigos.

Cuando termino de bajar las puertas del ascensor se abre mostrándome la persona del otro lado. Se trataba de Nate quien tenía el cabello mojado y en sus manos una pila de papeles. Nos quedamos mirándonos el uno al otro debido que desde el último día de clases no nos veíamos de frente.

— Hola Astrid —me saluda con una sonrisa a boca cerrada.

­— Hola —le devuelvo el saludo.

— Me entere que te iras a Italia —me dice y lo miro confundido pero luego recuerdo a Alice—, espero que te vaya bien ya que era lo que soñabas.

— ¿Qué quieres Nathaniel? —le cuestiono debido a su presunta amabilidad.

— Creo que no quedo muy claro la última vez que hablamos —me responde—. En verdad lo siento Astrid.

Lo miro confundida y apenada. Cada vez que hablo con él mil sentimientos y recuerdos de cuando estábamos juntos aparecen y hacen que me ponga mal.

— ¿Sabes cómo me sentí al escuchar cómo me hablabas? —le cuestiono y el niega agachando la cabeza—. Me hablabas como si fuera una desconocida como si no te importara Nate y eso fue lo que más me dolió.

— Y lo siento por eso —me pide nuevamente.

— No Nate —le contesto—. No puedo perdonarte porque ya tome la decisión y no volveré a tomar otra mala decisión.

— Porque Astrid, si en verdad estabas enamorada de mí, porque me dejas así de fácil por una tontería —me replica enfadado.

— Porque me di cuenta que no estás preparado para esto —contesto­—. Y si de verdad lo sentirías no te importaría que fuéramos de mundos diferentes ¿O te olvidas de que me trataste de niña por ser diferente a ti?

— Fui un idiota —contesta apenado.

— Si —le afirmo—. Espero que te vaya bien en la vida Nate, adiós.

Me voy nuevamente dejándolo solo por segunda vez. Alice al verme entiende todo y lleva a Finn al auto y ninguno de los dos dice nada en todo el camino. Ellos se van de mi casa y cocino para mi familia.

Me olvido de todo y trato de pasar bien estos momentos compartidos con ellos y llenarme de momentos lindos y divertidos para olvidarme de los momentos tristes. Porque en eso consiste mi vida en tomar las malas decisiones y transformarlas en buenas para olvidarte del pasado por completo.

Malas decisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora