Los Avcilar [Klanlar #2] [En Proceso]

• Capítulo 3 •

•••

Camino rapido mientras llevo a Sally por la correa, voy llegando tarde a la tienda para entregar el pedido. Cómo siempre. Corro mientras Sally me guía — al parecer parece entender hacia donde vamos — y ya que al ser bastante fuerte y grande me arrastra con todo y correa.

Bajo mi brazo derecho tengo la carpeta negra con decoraciones doradas bajo mis hombros, la cual es la que debo entregar. Al divisar a lo lejos la tienda Sally empieza a correr y desde mi punto puedo ver cómo el señor está parado fuera de está esperando y viendo su reloj con impaciencia. Es un señor regordete, de unos cuarenta y tantos años.

Sally frena su andar de manera repentina, haciendo qué tropiecé con la correa y logré tambalearme, pero no caerme. Todo esto bajo la atenta mirada del señor Willou. Mis mejillas se enrojecen.

— Muy buenos días para usted, señor Willou, disculpe la tardanza. No he tenido buenos días últimamente. — hablé precipitadamente, mientras maniobra para poder abrir la santamaría de la tienda.

— Oh, no se preocupe señorita Kavalier. Yo acabo de llegar, pensé qué estaba llegando tarde a la cita, menos mal qué no. — sonríe con amabilidad y me ayuda con la santamaría.

Enciendo las luces del pequeño y acogedor lugar; un sitio con paredes blancas y diseños de color negro y beige. Unos estantes negros con cds viejos y contemporáneos, y cuadros con imágenes y pinturas. El lugar es bastante artístico, gracias a Drey pudimos decorarlo a la perfección.

Me coloco detrás de la baranda de atención al cliente y firmo unos papeles qué avisan la entrega del pedido del señor Willou. Luego le extiendo la carpeta.

— Aquí están las imágenes de su boda. — me contrato para ser la fotógrafa de su boda, una boda bastante formal en un castillo de época, una boda de ensueño. Suspiro.

Willou revisa las imágenes con una sonrisa amorosa, perdido en sus pensamientos. Amo qué admiren mi trabajo y es algo qué sube mis ánimos.

— Muchas gracias, siempre haciendo de manera perfecta su trabajo, señorita Kavalier. — sonríe y me da el dinero.

— Gracias, estamos para servir.

Pasado de un rato y una pequeña charla acerca de cómo le va en su nuevo matrimonio, el señor Willou se despide y sale del local. Aprovecho el tiempo libre de contar el dinero y guardarlo en el frasco de mis ahorros.

Sólo utilizo el dinero en cosas qué de verdad se necesiten, como pagar las cuentas y demás cosas. Para las salidas, en unas invita Drey y en otras yo. Quisimos mantener nuestra relación en un punto medio, dónde damos por igual.