Los Avcilar [Klanlar #2] [En Proceso]

• Capítulo 8 •

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Mis pies están paralizados recopilando todo aquello sucedido hace unos minutos. Él pasado me atrapa, el presente está activo y el futuro me espera, aterrandome, pero los tres son tan diferentes...

Regresar al club estuvo un poco mal, pero a la vez es una protección hacia Drey. Observo su rostro a través del vidrio, su mirada está completamente perdida. Pero, aún así tengo que ir a decirle de frente lo qué no puedo callar, ni ocultar;

Volví con ellos.

No en el sentido de relación, creo que eso está muy lejos de estar en mi presente. Sino, en el sentido de estar a diario con ellos y alejarme de él. Eso duele, y a él muchísimo más.

Amo a Drey. Mi corazón late muy rápido con sólo su presencia, pero si lo quiero proteger, debo mantenerme alejada.

Mylos regresó, y no creo que esté muy dentro de sus cabales. Dice haber olvidado, pero es obvio que son puras mentiras, Mylos es un muy buen mentiroso si así se lo propone. Y peor aún, descubrió mi paradero, descubrió dónde estoy y me acechó en el baño, me tocó, respiré su fuerte olor muy cerca y sé a la perfección qué no me dejará en paz. No quiero salpicar a Drey con todo los problemas qué llevo encima.

—Aurora, mueve tú asqueroso culo.—volteo y veo a un impaciente Heros ya con su uniforme de cuero rojo puesto. No puedo respirar en su totalidad.

Cómo puedo me espabilo y me dirijo rápidamente, con él uniforme de cuerina rojo, hacia el baño. Saco todo con bastante velocidad y quitó mi vestido rojo por encima de mi cabeza.

La bolsa contiene un top negro de latex, junto con un pantalón de cuero rojo y una chaqueta del mismo color y tela. También trae unas botas rojas medio pesadas, pero cómodas y un chaleco antibalas de color negro.

Me visto rápidamente y coloco el vestido en la bolsa, junto a mis zapatillas y cartera. Trago grueso al verme en el espejo. El rojo vivo hace resaltar mis facciones y mis pecas. Mi cabello cae en cascadas hasta mi cintura, con pequeñas ondas.

Acepto que sí me veo linda y cambiada con este uniforme. Lo que vendrá será terrorífico.

Cierro los ojos y medito.

Tengo qué hablar con Drey.

Salgo con un poco de temor a lo que pueda suceder ahora que tengo este traje puesto. Heros sigue en la puerta, al verme no puede evitar barrer su mirada por mi, de pies a cabeza. Me observa, pero parece no estar ahí, ya que su mirada se encuentra perdida en sus pensamientos, tal vez y en lo que fuimos en el pasado. Al ver su hipnotiz conmigo, muerdo mi labio inferior, alza su mirada para clavarla en la mía, sacude su cabeza para aliviar sus pensamientos y desvía su mirada al exterior del restaurante.

—Habla con tú noviecito. Sigue esperándote.

Paso por un lado de él, rozando mi hombro con su fuerte y duro pecho, haciendo que me causen escalofríos la cercanía y qué su perfume varonil invada mis fosas nasales.