Los Avcilar [Klanlar #2] [En Proceso]

• Capítulo 4 •

•••

Salgo de la tienda y camino directamente hacia Marely, la cual me avisa con alegría qué repartió todos los folletos de su abuela. Mis pensamientos todavía divagan en aquellos tres seres que atentaron mi vida, a Estela, Laurie, Drey y todo lo qué ha sucedido en mi vida estos últimos tres años.

— Sally aprendió a dar la patita. — comenta de manera sonriente.

Me asombro.

— ¿Tan rápido?

Chista levantándose del suelo y aferrando mejor la correa de Sally entre sus manos.

— Ya sabía hacerlo, solo le forcé el aprendizaje. — explica. Yo asiento.

Suspiro, le doy un poco de mi jugo y ella toma un sorbo.

— Mi novio me vendrá a buscar dentro de poco. — Marely ladea una sonrisa picarona. Ruedo los ojos con diversión. — Podría llevarte hasta tú casa y así no dejarte por aquí sola.

— Eso sería de mucha ayuda, gracias Aurora. — sonríe.

Al rato me suena el celular y de manera inmediata, una camioneta lujosa color beige, se estaciona enfrente de nosotras. Bajan la ventanilla enseñando el delicado rostro de "buen chico" qué carga Drey. Tiene una sonrisa ladeada viéndome fijamente, a mi mente llega el mensaje que me envió hace unos minutos y mis mejillas proceden a calentarse de manera rápida.

Me subo en la parte delantera y Marely, con un poco de timidez, sube en la parte trasera junto con Sally.

— Drey, ella es Marely. — los presento. — Marely, el es Drey.

Drey simplemente asiente con amabilidad, dándole una pequeña sonrisa.

— Un gusto.

Marely da la dirección de su casa y Drey pone el auto en marcha.

— Conocí a Marely en una de las esquinas del crucero. Estaba repartiendo folletos para un festival qué harán. Tenemos que asistir. — hablé con un poco de felicidad y entusiasmo.

— ¿Un festival? Qué bien, tengo mucho qué no voy a uno. — sonríe y me quedo hipnotizada viendo sus labios.

Tiene una de las sonrisas más hermosas qué he visto. Sus labios son suaves y un poco rojizos, se le marcan la sonrisa con dos rayas en ambas de sus comisuras y sus dientes están perfectos. Cuando lo conocí tenía puesto el mantenimiento de ortodoncia, pero a los pocos meses se culminó, dejándole una sonrisa impecable.