Los Avcilar [Klanlar #2] [En Proceso]

• Capítulo 14 •

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Siempre he creído que la suerte es considerable y no todos la poseen, aquellos que son suertudos van de la mano con la energía positiva, y todo eso que atrae a la buena vibra, para que así fluyan las cosas y dejen de lado lo negativo.

Yo, no voy de la mano la suerte, es algo que hay que aceptarlo, y ya a fin de cuentas, lo acepte. No hay grises, tienes o no tienes, nada a medias y como sólo, en algunos casos muy poquitos, va de mi lado, pero como no me sirve esa escasez, entonces no tengo suerte y punto.

El demonio más grande que habita en el inframundo, aquel bestia con cuerpo tatuado y mirada aterrorizante, aquel sujeto lleno de fuerza, el que te mira y escanea de arriba hacia abajo lentamente, haciendo relucir todos tus pecados, o, simplemente Heros Valter, me observa con plenitud y una grandísima mueca de perro rabioso.

Ésta chica aquí postrada, arrugando los dedos de sus pies contra el suelo, la que sujeta sus bragas robadas, con bastante fuerza, en la mano, la inofensiva y la de alma pura, o solo Aurora Kavalier, también lo observo, desafiandolo.

Yo no hago mal en hurtar en sus cosas, el sí por haberme robado el celular, que con gusto, recuperaré.

—¿Que mierda haces aquí, Aurora?—repite, casi botando humo por los orificios de su nariz.

Una Aurora inocente de mi cerebro, posa la imagen de un Heros rabioso con orejitas de perro. Casi me hago reír, pero controle la sonrisa, no es el momento para la risa.

—La respuesta es fácil, Heros.—encontré mi voz. Me crucé de brazos.—Encontrar mi teléfono.—terminé.

El Valter, se queda unos segundos viéndome y escaneando mi rostro, sin emitir ninguna palabra o hacer alguna mueca. Finalmente, alza una pequeña sonrisa, típica de él, la maliciosa.

—Ya te he dicho que yo no lo tengo, sorda.

Abrí la boca ofendida.

—Claro que tú lo ti...—traté de hablar, avanzando hasta él. Pero, me lo impide, colocando dos de sus dedos en mi frente y empujándome hacia atrás.

—Uno, no te acerques a mí.—enumeró.—Dos, no tengo tu celular, superalo. Y tres, estás toda sudada, asco.—sacude sus dedos y la limpia con la ropa de su cuerpo.

Gruñí. Ahora si me enoje.

Limpie el sudor de mi frente, causado por el ejercicio de hace unos momentos, con mi antebrazo. Mire a Heros de manera desafiante, casi al borde de lágrimas por la rabia.

Odio sentirme así, con mi pecho apretado. Heros piensa que no me duelen sus palabras, pero claro que sí afectan a fin de cuentas. No voy a llorar, no delante de él. No se merece mis lágrimas, después del asqueroso trato que me da.

—Entonces no te importará que revise todo tú cuarto y tus pertenencias. Te dices llamar parte de los Avcilar, pero a fin de cuentas, eres un doble cara que roba como todos aquellos que pretendes atrapar.