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Consecuencia

Kalia.

El piano siempre ha sido uno de mis pasatiempos favoritos, cabalgar, entrenar y aprender nuevos idiomas lo superan, pero el piano es mi zona de confort cuando es un día lluvioso, cuando siento que no fui lo suficientemente buena en el campo de entrenamiento o también cuando tengo un nuevo tema que aprender y soy pésima en ello.

Mis últimos cuatro años me la pase uno en el internado superior de Itlan reino del continente  Ijuan y los tres restantes en la casa de mamá June y papá Phil (aquí fue donde el abuelo me incluyó en el mundo del entrenamiento físico), quienes me brindaron hospedaje para culminar mi vida estudiantil en ese reino.

Está de más decir los motivos por los que decidí culminar mis estudios allá, ya que, todos saben la potencia que es Ijuan en la obediencia y disciplina, y fue de ello que quise aprender. No trato de menospreciar las culturas o aprendizajes de mi reino, solo busqué lo mejor para poder brindarles en un futuro los frutos de ello.

En conclusión de todo esto, quería decirles que no he convivido con más personas de mi pequeño círculo amistoso, amoroso y familiar en tres años por completo, aunque si recuerdo mi estadía en aquel internado no es como si hubiera sido la mejor.

Aun así, estaba rodeada de conocidos.

Tironck era el kínder, escuela, secundaria e universidad de los nobles hombres hace seis años atrás. Sin embargo, después de lo que paso con "Bellas reliquias" también se ha vuelto el lugar de estudios de las nobles y de las hijas de ministros del alto rango.

No fue fácil esta inclusión pero gracias a que varios integrantes del concejo tienen hijas adolescentes se pudo dar.

En fin aquello fue hace años atrás justo cuando me mude a Itlan, a consecuencia de esto no conozco Tironck. He escuchado mucho de este centro estudiantil, pero nunca he pisado las tierras de este. Nunca hasta ahora que el carruaje de Thomas acaba de estacionarse frente el campo practica al parecer, ya que hay una gran cancha de césped.

— ¿Maurice ya llegó? —le pregunta Olive a Thomas.

—No.

El rubio se baja para ayudar a la pelinegra a hacer lo mismo y con Elle no tardamos en salir tras de ellos.

—Kalia, la clase por la que estás aquí comienza en trece minutos —me informa Elle.

Observo mi alrededor con nerviosismo, creo que ya me estoy arrepintiendo de venir.

—Necesito que me ayudes a llegar.

— ¿Clase de? —indaga Thomas pasando el brazo de la pelinegra sobre sus hombros.

—Piano, la clase del señor Peter —contesto.

—Entonces tendré compañía —sonríe y lo observo con extrañeza—. Tengo que asistir a esa clase —aclara.

—¿En serio? —la tranquilidad llega a mí.

—Sí —sonríe—. Elle, ¿Podrías ayudarme con Olive? Si llegamos tarde el señor Peter no nos deja ingresar.

Mi amiga rueda los ojos antes de acercarse.

—Bien —toma a Olive quién ya está menos ida pero aún así no puede caminar sola—. Ten cuidado con él —me recomienda antes de ver a Thomas—. Y tú no la lleves a...

— ¡Ten buen día! ¡Te quiero! —grita Thomas halando de mi mano.

—Adiós —me despido de Elle.

Ella asiente aburrida y se gira llevándose a la pelinegra.

— ¿Por qué conservatorio? ¿La princesa pagará algún castigo? —me pregunta, curioso luego de dar unos cuantos pasos.

AUREKEA. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora