19.1

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Una noche.

André.

Días antes.

El cuerpo que apuñalo cae y me voy contra el otro que trata de arremeter con la cuchilla que carga en mano, sin embargo, soy rápido en esquivar y le doy de baja cuando mi rodillazo en el estómago lo hace entumirse de dolor.

Le quito la cuchilla y con ella misma traspaso la mano que atentó ante mí... con dos de mis puñetazos en sus mejillas llenas de heridas cae al piso y sus chillidos de dolor son un incentivo para seguir.

Pateo su estómago, se retuerce tratando de quitar el cuchillo de su palma con su mano libre, lo que me hace dejarlo de espaldas con mi pie aprisionando su columna vertebral, me agacho para agarrar el brazo que no está herido y hago una llave la cuál quiebra las articulaciones.

Grita más fuerte, suplica en su idioma natal y mi mente pide más.

Quiebro articulación por articulación de su cuerpo, su herida no para de sangrar y el dolor lo obliga a dejar de respirar.

Los espectadores exclaman maldiciones, chiflan y otros lloran en silencio porque saben que terminaran así o peor.

Los guardias que resguardan sacan los cuerpos sin vida y traen a dos más...

Trato de liberar mis frustraciones con todos los que me traen y entre mi anhelo por más sangre distingo entre los encarcelados a un lord del reino vecino.

Estoy en el calabozo de la casa Imperial, lugar donde todas las escorias que habitan en Philersach ingresan vivos y salen muertos.

No importa cual haya sido su infracción desde la más pequeña hasta la más grande es pagada aquí, y sí, yo soy el juez y ejecutor.

Es fácil; si me derrotas sales de aquí con vida, sino pues mueres en ese mismo instante.

Por tal hecho no tienen mala alimentación, son muy bien tratados y este calabozo tiene áreas para prepararse y estar a mi nivel... Duermen las horas necesarias, cada día entrenan para poder derribarme, pero nunca nadie lo ha hecho.

Las disputas se dan en la celda mayor donde estoy ahora; en el centro y está rodeada por las demás celdas donde se acumulan los presos a ver como mato a sus compañeros.

Hago esto cada que estoy estresado y está semana he estado con el estrés al límite.

—Tráiganlo —les ordeno a los guardias.

El noble tiembla cuando mis guardias van por él y los gritos aumentan...

La perversión de estos diablos aumenta ya que él es un noble reconocido.

Esté calabozo es muy grande, ocupa la parte baja de toda la extensión de la casa Imperial, fue inaugurado por mí y está dividido por secciones... Entrenan en la celda central con cuchillos y espadas o puño a puño, cada celda de las normales tiene camas cómodas y hay cocineras especiales para ellos con un nutricionista a cabeza.

Tienen a su disposición baños y hasta ropa nueva.

Sin embargo, muchos han acabado con sus vidas... Luego de estas visitas que hago quedan con más terror de lo imaginado y prefieren acabar con su vida antes de que lo haga otro (o sea yo).

—Su alteza Imperial —se planta el lord frente a mí.

Su voz tiembla y sus pupilas azules están llenas de temor.

Lo estudio de pies a cabeza recordando el hecho por el que está aquí...

Soy cuerdo, de él no fue la culpa pero para seguirle la corriente a Romina fue que lo traje.

AUREKEA. (+18)Where stories live. Discover now