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Advertencia: Contiene escenas sexuales explícitas. Si eres una persona que no quiere leer esto, por favor, pasa de largo.

André.

Paciencia. Autocontrol. Estupidez. Calma.

O no comprendo aún, que es lo que me mantuvo tanto tiempo pegado en está silla a un lado de la princesa, en vez de haber estado encima de ella comiéndome su boca.

El vino tinto ha sido el ayudante para sobrellevar toda está asquerosa situación, que ha comenzado por Marcus con su tripulación de ineptos y terminado con los comentarios que han volado toda tarde y noche referente a "la pareja perfecta que hacían la princesa de Aurekea y el lord de Rotterfam" "o el próximo amorío que está a nada de nacer entre el imbécil rubio y mi Kalia".

Que repugnante.

Soportar a esta gente ha sido un martirio, pero soportar que llamarán a Kalia al escenario porque es "soltera" casi fue la causa de mi muerte.

No quería participar de esto porque ningún monto llegaría a su valor real, sin embargo, no puedo permitir que ningún hombre con intensiones externas la tenga por más de un minuto a su lado.

Las intenciones de Leonardo me dan asco, coraje y risa a la vez. No sabía a qué nivel estaba aspirando al momento de verla a ella como una opción para llevar una reina a su pueblo. Kalia es más que belleza y valores, por eso es necesario alguien de su índole a su lado y ese no le llega ni a los talones a mi princesa.

Recorro con mi vista la sala de baile de mi palacio, los guardias están atentos a mi aviso con su mentón en alto manteniendo su posición firme.

El calvo pide una señal y se la doy. Él ingresa encabezando la cuadrilla de guardias que traen el dinero en bolsas.

En el lugar apenas y el Flash de varias cámaras brilla. El alular de los búhos se escucha, sigo siendo el foco de todos y...

— ¡Dios mío! —exclama Mara tomando a Kalia cuando ella se desvanece en el escenario.

Las personas reaccionan y todo se vuelve un complot.

Joder.

Corro a socorrerlas, Marley llega a mi lado junto a otros más que ni reparo, tomo a mi chica en brazos y salgo del salón.

—Que todo esté bien, por favor —escucho los ruegos de una de las tantas que me siguen.

En medio de mi caminata me asesoró que ella respira, quizá es un desmayo por la tensión baja o puede que se haya tomado las medicinas sin comer nada.

Ese era mi miedo desde un principio.

— ¡¿A dónde vas?! —me grita Marley—. Tráela a una habitación cercana, tienen que revisarla ahora mismo... ¡No pierdas tiempo!

No me importa lo que diga esa mujer, subo mis escaleras con ánimos de llevar a Kalia a nuestra habitación.

El tiempo da para ello así que sin más voy hasta mi cuarto, cierro la puerta a mi espalda. Estoy muy seguro de que Jones era uno de los que me seguía y no dejará que nadie más ingrese.

Dejó a Kalia en la cama, su pulso es normal, lo cual me parecer raro, me dispongo ir por el botiquín está en la cajonera, pero...

— ¿Qué fue eso, André? —sus ojos se abren.

—Y yo preocupándome —suelto un bufido.

Sonríe.

—Fue mi única manera de salir de ese bochorno —se levanta recostando su peso sobre sus codos.

AUREKEA. (+18)Where stories live. Discover now