25.

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Kalia.

Aunque me cueste admitirlo; acepto los actos de Eduardo en Ijuan, él solo quería salvar su honor.

Era un caballero y los caballeros luchan por mantener su honor en alto.

Lo que no me puedo dejar preguntar es ¿Y después de ello?

¿Por qué murió por mí, si nunca me amó?

¿Él tan solo quiso ser una leyenda?

¿Él quiso al menos enmendar un poco su error?

¿En serio siempre se trató de mí?

...

¿Qué estoy haciendo en este palacio observando a su primo desde la ventana?

¿Estoy traicionando a su alma?

-Kalia -una voz interrumpe mis interrogantes-, será mejor que desayune antes de que se enfríe la comida.

Regreso a ver a la mujer de mi espalda, me da una sonrisa que devuelvo sin tanto entusiasmo y mi vista vuelve a donde está André entre el jardín verde de plantas medicinales, cargando una carreta y cortando pequeñas ramas para dejarlas de manera ordenada sobre ella. Desde la madrugada en la que ya no me quedó más que salir al balcón de la alcoba dónde me hospedaba (el no poder dormir me tenían mal) lo vi aquí. Primero por la poca luz que alumbraba el lugar pensé que era un ladrón, sin embargo, luego observé bien su altura y cuándo alzó la lámpara que cargaba vi que era él. Desde ahí no dejo de verlo, apenas cuando baje las escaleras para llegar a la primera planta fue que le quite mi mirada de encima.

-No llegó a dormir -comento.

-Mi hijo es raro, cuando llega aquí lo único que hace es darles atención a esas plantas, tiene una torre de varios pisos llenos de experimentos. No sorprendería saber que pasó la noche ahí

- ¿Y por qué si se quedó en estas instalaciones no me lo dijo? -indago en un susurro, llena de dudas-. Yo lo hubiera acompañado.

-André pasó de ser un alma libre a tenerla a usted, explicaciones es algo que no le ha debido nunca a nadie ni a mí que siempre estuve tras él, y me alejaba -su mano soba mi hombro-. Desde que nació y lo tomé en mis brazos supe que él sería un ser terrenal sin escrúpulos ni límites, sin cadenas que lo ataran. Él nació para romper con todo y ayer cuando usted se presentó supe que no me equivoqué. El príncipe André, heredero del gran Imperio de Philersach es suyo, princesa Kalia. Él encontró su lugar en usted, que él no sepa cómo actuar luego de tenerla es algo que tiene que entender. Él nunca aceptó tanto a una compañía afectuosa como la suya, la relación que ha tenido con sus padres ha sido muy distante por su propia decisión y así es con todo...

Gracias a Mara tengo una vaga idea de lo que sucede y no quitó mi mirada del protagonista de nuestra conversación.

»No tengo intenciones de sobrevalorar los actos de mi hijo, pero si le diré que cada situación a la que se ha expuesto por usted, Kalia, son esfuerzos fuera de sus líneas cotidianas.

Asiento con mi cabeza terminando de entender a lo que se refiere. André es un hombre que no conoce los campos del afecto verdadero porque nunca se permitió conocerlos.

Necesito que sepa que no se equivocó al elegirme como su guiadora en esta nueva travesía.

-Iré por él -le informo a la mujer.

Me sonríe en respuesta.

Sigo la alfombra que lleva a la puerta de salida y bajo las grandes escalinatas de concreto para llegar al jardín.

AUREKEA. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora