Capítulo 7

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Lu Xiang ignorante del peligro que se avecinaba, se dirigió al edificio principal a toda velocidad dejando atrás a Sun Ling.

"Ah, los jóvenes tienen tanta energía estos días", suspiró mientras se abanicaba con la mano a paso lento, aunque solo era unos años más grande ya se había tomado en serio su papel de hermana mayor.

Lu Xiang decidió entregar personalmente cada una de las pelotas a los cachorros y después sacarlos al patio, esto era más para él mismo que por eficiencia, quería ver por separado sus reacciones y con suerte aumentar su afecto hacia él.

Cuando Sun Ling lo alcanzó este le dijo que se diera un descanso y que él se encargaría de los cachorros hasta la hora de la comida, la chica le revolvió el cabello y subió a su habitación para continuar el drama que estaba de moda, era la primera vez que no tendría que desvelarse para verlo y estaba encantada.

La primera parada fue Xiao Lang que era el más fácil de tratar, Lu Xiang llevó consigo una de las pelotas y entro a la habitación del cachorro.

"Hola pequeño he vuelto", en cuanto el pequeño lobo lo vio entrar comenzó a agitar su cola y a dar pequeños pisotones con sus patas delanteras, al parecer ya había olvidado hace tiempo su rabieta. Lu Xiang decidió no exponerlo y directamente se sentó pasando su mano por el suave pelaje de su cabeza haciendo que Xiao Lang soltara un suave gruñido de satisfacción.

Luego de unos segundos más, le mostró la pelotita no más grande que la palma de su mano al cachorro y este le devolvió una mirada confusa.

"He comprado este juguete para ti, ¿a Xiao Lang le gusta?"

En cuanto el lobezno escuchó que era para él Lu Xiang juraría que vio como le brillaron los ojos por un segundo antes de arrebatarle la pelota y mordisquearla como si no hubiera un mañana, al principio pensó que no le haría mucho caso a la pelotita plateada ya que la primera vez que lo conoció pudo notar que la pelota que había en su habitación no tenía signos de haber sido tocada en algún momento.

Lo que Lu Xiang no sabía era que a Xiao Lang no le gustaba la pelota en sí, sino que era su primer regalo.

Algo que había sido escogido especialmente para él.

Mientras seguía hincando los colmillos en la pelota de hule se acercó a Lu Xiang para subirse a su regazo a jugar, necesitaba toda su atención, le gustaba sentir su mirada sobre él. Lu Xiang se sintió indefenso ante el pequeño revoltoso y lo dejó jugar tranquilo mientras le acariciaba el lomo de vez en cuando.

Luego de un rato cargo al cachorro con la pelota aún en el hocico y lo puso a la altura de su rostro.

"Debo ir a visitar a los demás cachorros, volveré por ti en un rato para salir al patio, sé bueno." Xiao Lang que ya sabía el arte de hacer rabietas se estaba preparando para protestar cuando Lu Xiang se adelantó y le depositó un beso en la frente parando todos sus instintos de rebeldía, el pequeño lobo estaba tan revuelto por dentro que sólo pudo darle una mirada tonta.

Ningún truco puede vencerle a la experiencia de Laozi, pensó Lu Xiang arrogante.

Luego de dejar al cachorro tranquilo Lu Xiang se levantó para marcharse y no notó la mirada intensa que le perforaba la nuca, Xiao Lang ha probado el dulce del cariño y ahora no dejará ir a este humano por nada del mundo.

(*antes de que empiecen, aclaro que es de una forma no romántica así que no quiero comentarios)

No estaba seguro si a las serpientes les gustaba jugar pero ya que esta no era la Tierra decidió intentar, en el peor de los casos Xiaolian tendría una linda decoración.

Al entrar vio que la serpiente parecía estar esperando su llegada ya que el cojín que usaba se encontraba más cerca de la puerta que cuando se fue en la mañana, o tal vez era solo su imaginación.

Está vez se sentó a la misma distancia que con Xiao Lang y sacó la pelotita sin más.

"No sé muy bien tus gustos pero he comprado esto para ti", la colocó en el suelo y se apresuró a decir, "si no te gusta no te fuerces a usarla, no me molestaré".

Xiaolian se quedó mirando la pelota un largo rato sin apartar la vista, esto puso nervioso al joven, ¿realmente no le gustaba?

Debió haber escogido algo más apropiado para un reptil, ¿pero qué demonios podría ser apropiado? Su entendimiento de este tipo de animales era escaso al igual que su dinero, tendría que encontrar tiempo para informarse sobre las bestias de este mundo por Starnet.

Lu Xiang estaba perdido en sus pensamientos debatiendo sobre qué decir para no hacer incómoda la situación cuando Xiolian finalmente levantó la mirada y lo vio para después usar su cola para enrollar la pelota y traerla hacia ella.

De pronto, hizo algo que casi provoca que los ojos de Lu Xiang salieran de sus orbitas.

Xiaolian, ella...

Le lanzó la pelotita con la cola.

Apenas tuvo tiempo para reaccionar, debía de actuar rápido para que no pensara que la estaba rechazando, recogió la pelota y se la aventó suavemente para que la alcanzara.

Xiaolian entrecerró los ojos complacida y se la regresó de nuevo, el pequeño juego duró un rato hasta que Lu Xiang se tuvo que despedir temporalmente a regañadientes, no esperaba hacer un avance tan grande en un solo día. Si estuviera en la Tierra podría tener un show como encantador de animales y sería un éxito, luego de pensarlo también podría hacerlo en este mundo ¿no?

Por ahora no le interesaba mucho, prefería enfocarse en sus cachorros y la idea de que miles de personas extrañas lo vieran le incomodaba un poco, así que sería el último recurso para hacer dinero.

"Sé buena y espera a que vuelva para ir al patio, luego podremos jugar más". Le prometió Lu Xiang a la serpiente obteniendo un siseo como respuesta, Xiaolian no tenía que ser convencida como Xiao Lang así que estuvo de acuerdo sin replicar.

Una vez que estuvo sola volvió a mirar su pelotita plateada y sus ojos se oscurecieron, era la primera vez que conocía a un humano como este, tan simple, tan... limpio.

Cuando vio la pelota al principio pensó que el humano era estúpido, sus colmillos eran tan delgados y filosos que la rompería en cuanto tratara de agarrarla, además no era un mamífero que disfrutaba de jugar. Pero luego vio como el joven estaba ansioso por ver su reacción y no pudo soportar defraudarlo, lo cual era ridículo porque apenas lo había visto una par de veces, pero ese suave toque aún permanecía con ella junto con cada amable palabra que salía de su boca.

Así que a pesar de que jugar no estuviera en la naturaleza de una serpiente como ella no le importaba hacer un esfuerzo por aquel humano que no se rindió con ella, esa calidez valía cualquier esfuerzo. Inconscientemente apretó el agarre de la pelotita y se movió para acercar su cojín un poco más hacia la entrada, quería escuchar cuando regresara.

Salvé al villano al transmigrarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora