Mi ángel vestido de donjuán.

Capítulo 3

Mi corazón rechina internamente al quebrarse, automáticamente manda la función hacia mis ojos de liberar un líquido salado que poco a poco humedece mis mejillas.

—¿Jade?— me llama Conny.

—Jade, habla por favor— Conny me habla pero lo único que está en mi mente es esa foto.

—Jade ¿Qué paso? ¡Habla por el amor de Dios!— pregunta desesperada.

—Ian...— articulo al fin aunque sale como un pequeño susurro que apenas se percibe.

—¿Qué putas te hizo ese imbécil?— abro mi boca para poder explicar pero no puedo, lo único que hago es cerrar los ojos y al hacer esto, algunas lágrimas recorren mis pómulos.

—Jade tranquila, llora todo lo que quieras, despójate de todo lo que se encuentra dentro de ti— me conforta Conny.

¿Ian y Kim? Esto es una pesadilla ¿Verdad? ¿Cómo fui tan estúpida al no darme cuenta? ¿Por qué le creí? Pensé que era yo la que había fallado en la relación, siempre me he golpeado el pecho por eso, me he sentido culpable desde ese instante, he llorado por haberlo lastimado, tal vez este sea mi karma por haber jugado con los sentimientos de alguien, por utilizarlo como una simple salida. Lo que no logro discernir es ¿Por qué carajo Kim insistió tanto en que volviera con Ian, si ellos tienen algo? ¿Será que esto es un plan? ¡Oh, hijos de puta!

Me levanto de golpe por la furia que comienza a crecer y arder por dentro, si Ian desea humillarme por lo que alguna vez le hice, no se lo voy a permitir, le voy a demostrar que no me dolió en lo absoluto, bueno verdaderamente no me dolió en el sentido que estaba pepiada por él sino en que sólo volvió conmigo para hacerme pagar cuyo plan consistía en hacerme sufrir y humillarme.

Conny me mira de una forma como:  "Está bipolar ¿Qué le sucede? Primero está llorando como Magdalena y luego se levanta furiosa como mamá cuando hice algo indebido".

—¿Sabes Conny? Ya no más. No voy a derramar una sola maldita lágrima por Ian— Conny se levanta, seguidamente comienza a brincar y a aplaudir como una demente.

—¡Eso es! Eso es Jade, ese imbécil no merece ninguna de tus sensuales lágrimas, eres linda para estar llorando por alguien que sólo jugo contigo, bueno aunque tu jugaste con él también, igualmente no tenía por qué hacerte esto, es un verdadero idiota.— me abraza elevándome del suelo, me da vueltas hasta que caímos en la colcha del piso y reímos como desequilibradas.

Nos sentamos ya estabilizadas y nos miramos una a la otra.

—Conny, ¿Te cuento un secreto?— digo pensativa.

—Escúpelo mujer— dice sonriendo.

—Creo que nunca lo quise, tal vez sólo me engañaba a mí misma.— digo sensata. Ahora me doy cuenta de que por eso sentía que no lo quería y a veces sí, porque yo forzaba quererlo, aunque me gustaba, no lo voy a negar pero gustar simplemente es porque te atrae el físico como su rostro, sus ojos, su sonrisa, su risa, sus gestos, hasta su cuerpo como por ejemplo sus abdominales, pero ¿Querer? Eso es más allá de un simple gusto, eso es sentir bastante cariño hacia una persona, sentir que quieres estar junto y a gusto con ella. Es un sentimiento más grande que una común atracción.

—Lo sé Jade, te conozco y también sé que él no era tu tipo, tu sólo lo utilizaste como una salida fácil y ahora mira lo que te sucedió, por eso no debes utilizar a alguien que le importas, en parte no lo juzgo porque tú también jugaste con él pero obviamente estoy en el lado de mi best friend— dice riendo, suspiro.

—Sí, tienes toda la razón amiga, también es mi error pero tampoco voy a permitir que me ofenda de esa forma— digo frunciendo el ceño.

—Está bien Jade, mañana lo haremos pagar— me guiña el ojo— pero vámonos a descansar porque realmente estoy exhausta.