Capítulo 28

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El cielo es de un celeste lleno de tranquilidad, de paz, el agua de la laguna es tan pura como el corazón de un niño, sus árboles son de un verde vivo, lleno de vida, el ambiente es realmente cómodo, nunca había visto un lugar tan hermoso, hay flores de diferentes colores y de distintos tipos.

Me encuentro con mi pelinegro en este lugar tan maravilloso, observo cada detalle del espacio que estoy pisando, Nick es tan tierno que paso por mí y me trajo a este lugar que me tiene maravillada, es un lugar de sueño, de esos lugares que llegas y quieres llevártelo a casa o simplemente te dan confianza, es como un buen lugar para pensar.

Estoy sentada entre las piernas de Nick, con mi espalda recostada a su pecho, sus brazos me rodean mi cintura y Nick esta recostado en un árbol, el viento pega en nuestro rostros haciendo que el calor vaya desapareciendo poco a poco, los pájaros vuelan a una dirección determinada, algunos nidos con sus pequeñines mientras su madre les da de comer.

—Este lugar es precioso —digo todavía anonada de tanta belleza.

—Igual a ti— dice de respuesta, me río por su comentario.

—Eres un tonto —le digo aun riendo.

—Un tonto que te gusta— besa mi mejilla.

—Tú sabes que si— ahora yo soy la que beso su mejilla.

—Y no solo tú, muchas más también— bromea Nick.

—Eres un imbécil— Nick ríe por mi reacción, me trato de quitar de su agarre pero él me lo impide porque me abraza aún más fuerte y coloca su mandíbula en mi hombro derecho.

—Estoy jugando princesa, sabes que no interesa las demás, sólo me interesa que tú estés a mi lado, además me encanta como te ves enojada lo extrañaba y también que me digas imbécil— río por lo masoquista que sonó, todos los recuerdos de nuestras peleas, malos tratos vuelven a mi mente, me hace sonreír también puede que suene masoquista pero esos momentos nunca los voy a olvidar aunque en el instante me haya sacado de mis cabales.

—Eres un baboso que quiero mucho —le digo sin pensar.

—¿Qué dijiste?— pregunta Nick asombrado.

—Emm... que eres un baboso— le digo tratando de evadir el "te quiero", lo dije sin pensar, los sentimientos se apoderaron de mis cuerdas vocales y lo dijeron, en tan poco tiempo lo quiero no lo pude evitar, él es tan tierno que es inevitable no quererlo.

—No, dijiste algo más bebe— me quedo muda, ahora no tengo los ovarios para decírselo y ¡Me dijo bebe!

—No, se lo dijo al árbol —dice sarcástica.

—Ya empiezas.

—Ya empiezo ¿Qué?

—A joderme.

—No te estoy jodiendo.

—Oh, claro que no —le digo sarcásticamente.

—¡Assh! Mejor me voy.

—Sí, vete por donde llegaste.

—Llegue por tu culpa.

—Nadie te llama a opinar.

—Si no opino me voy a morir de soledad y te vas a fregar por desconsiderada.

—Okey está bien, pero de igual manera eres una insoportable.

—Tú también y no te lo vivo diciendo.

—¡Ay cállate mejor!

—No me da la gana.

Mi ángel vestido de donjuán.Where stories live. Discover now