Mi ángel vestido de donjuán.

Capítulo 27

La práctica ha llegado a su fin, además es la última, ya que el lunes es el festival de final año, demasiado rápido lo siento, el tiempo se me fue volando, ya pronto viene la graduación de undécimo y después navidad. No sé si es porque han pasado demasiadas cosas o es que el tiempo verdaderamente está pasando veloz.

Camino al lado de Samy hacia el estacionamiento, vamos abrazadas en signo de apoyo, ya que le termine contando cómo me sentía y ella me dijo que no importa lo que digan los demás, que hiciera lo que dictara mi corazón, es realmente difícil que no me importe lo que los demás opinen, porque así soy, me aflijo por lo que opinen los demás, a veces me gustaría ser de esas chicas que nos les importa nada ni nadie, se visten como les da la gana, hacen lo que quieran sin importar nadie, sólo lo que ellas piensen y deseen.

Mi iPhone comienza a vibrar en mi bolsillo delantero del short jeans que traigo puesto, lo saco de allí, deslizo mi dedo para contestar la llamada entrante.

—¿Alo?— articulo esperando la voz del otro lado.

—Soy yo, Jade— responde mi madre del otro lado de la línea.

—Sí ma, dime.

—¿Ya saliste de la práctica?— me consulta mi madre.

—Sí madre, ya estoy por abordar el bus para ir a casa— le digo deteniéndome y me despido con la mano de Samy, ya que ella se va con Kyle en su auto.

—No vayas a casa, ven a casa de Mark, cenaremos acá— me informa.

—Okey ma, está bien, entonces tomo un taxi.

—Bueno hija, cuídate— parlotea mi mamá.

—Adiós— respondo cortando la llamada.

Me encamino hacia las afueras del instituto esperando que algún taxi pase desocupado, pero nada. De repente miro a mi salvación en su auto.

—¿Vas a tu casa?— me pregunta Nick.

—No, voy a casa de Mark— le respondo con una sonrisa.

—Vamos, te llevo, mi casa no queda muy lejos de allí— me dice Nick afuera de su auto ¿En qué jodido momento salió tan veloz de su auto? Me abre la puerta del copiloto como todo un caballero, río internamente. Me siento mientras lo miro rodear el auto, luego se adentra y acelera su Bugatti.—Jade...— articula indeciso.

—¿Mmm?— murmuro mirándolo por el tono que uso.

—¿Estás bien?— me pregunta agobiado, lo noto en su mirada con un poco de culpabilidad.

—Claro que sí —le digo fingiendo una sonrisa, creo que me salió verdadera.

—¿Segura?— me cuestiona de nuevo.

—Muy segura— asiento pareciendo segura de mi respuesta.

—Princesa... no solamente quiero que me veas como el chico que te gusta, también quiero que sepas que tienes un mejor amigo al que le puedes contar cualquier cosa, no importa si sea una tontera o "nada" como dicen ustedes —lo miro detenidamente, sus ojos brillan como una estrella—. Puedes confiar en mí, si te sucede algo, dímelo, si es sobre mí, dime la verdad— me muerdo el labio fuerte para no romperme a llorar, no quiero que se sienta culpable por lo que me pase, no quiero hacerlo sentir mal—. Sé que las cosas no son fáciles pero no me importa lo difícil que sea, lucharé por ti y por lo que siento, también sé que hay muchas personas que no están de acuerdo, pero te prometo que esto es en serio, yo jamás te haría sufrir por nada del mundo, quiero armar tu roto corazón y volverlo a formar sin nada fuera de lugar, que este impecable y que ese corazón sea solo mío, de nadie más.