Hasta Que el Por Siempre Se Desmorone

Preparando los votos.

Los meses de convirtieron en semanas, las semanas en días y los días en horas o al menos estaban a punto de hacerlo.
Unos días después de elegir el vestido tuvimos que elegir el pastel, un trayecto algo corto, pero igual interesante, no pudimos agendar una cita en Carlo's Bakery como anhelábamos aunque la tienda donde encargamos el pastel era igual de linda y tenían una inmensa variedad de pasteles que escoger.
Afortunadamente Pepper se encargó de todo lo restante, como flores, arreglos de mesa, banquete, entre otras cosas, según ella se encargó de todo solo porque quería que yo descansara y disfrutara mis últimos días en el complejo, además, la boda era tan mediática que revistas prestigiosas se nos acercaron para ponernos en sus portadas, al ser una Stark no tuve de otra más que decir que si ya que si no lo hacía Pepper me odiaría toda la vida.
Aceptamos salir en Vogue, la revista más influyente de la década, las fotos se tomaron y nos entrevistaron para hacer un artículo entero.

Firmar un contrato con Vogue significó que otras revistas e incluso shows de televisión nos invitaran para saber más sobre la boda. Jamás en toda mi existencia había visto que le dieran tanta importancia a una boda, pero entendía, al fin y al cabo dos vengadores se casarían.
A decir verdad después de eso todo iba bien, no había alguna alerta de peligro que necesitara la ayuda de los vengadores, lo único que nos preocupaba era que esa alerta se diera el mismo día de la boda.
Estaba todo anotado en una lista en la cocina para evitar que a mamá se le olvidara, en esta lista estaban el número de invitados, todo lo que ya estaba preparado y lo que faltaba.

—Necesito dos niños— dijo mamá sentándose en la silla de la mesa del comedor.

—¿Dos niños?— preguntó Thor.

—Si, los pajes de la boda y... ¡Dios mío! Los padrinos de anillos, aún falta mucho y solo tenemos cuatro días antes de la boda— exclamó estresada.

—Mamá, tranquila— le pedí.

—Mi hija puede ayudar como paje— dijo Scott que estaba desayunando junto a mi y Thor.

—¿De verdad?— preguntó mamá ilusionada.

—Si, pero te debo un niño— respondió.

—Clint tiene un hijo— dije.

—Lo olvide por completo, lo llamaré... ¡Ah! Mich, mañana es tu despedida de soltera así que ve pensando en que quieres hacer— aviso antes de salir del comedor.

—Okay— acepté llevando la cuchara con cereal a mi boca.

—Casi lo olvido, tus votos ¿Como van?— preguntó regresando al comedor rápidamente, me quedé callada unos segundos, no tenía ni una maldita idea de que decir en los votos, tal vez podía decir "Hola Steve, te amo Steve" pero no era una opción, no conociendo a mamá, además estaba segura de que Steve ya tenía algo preparado para mi.

—¿Y bien?— preguntó nuevamente.

—Ah... si, ya casi están listos— respondí nerviosa.

—No me mientas.

—No lo hago.

—Está bien, asegúrate de que sean los votos más hermosos— dijo y por fin se fue.

—Aún no tienes los votos ¿Cierto?— aseguró Thor.

—¿Que? Claro que los tengo, estoy a punto de terminarlos y tengo inspiración ahora, así que si me disculpan, me voy— mentí mientras terminaba de comer mi cereal y salía del comedor.
Camine rápidamente hasta el pasillo más solitario de todo el complejo, el cual se encontraba al lado de la piscina. Entré al lugar y me senté en la orilla de la piscina dejando que mis pies tocaran el agua para ver si de alguna manera me tranquilizaba.
Ahí comencé a pensar en las posibilidades que tenía para escribir mis votos ¿Que tal si robaba la frase de una canción? ¿Robar la frase de una pareja en una película? Como Mr Big y Carrie Bradshaw en Sex and the City, pensé seriamente en robarle a esos dos su frase "Siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestro" pero rápidamente sabotee mi idea, no me veía diciéndole eso a Steve el día de la boda.