Hasta Que el Por Siempre Se Desmorone

Portal Hacia Los Vengadores.

Stephen y yo nos dirigimos hasta su habitación para que yo le escribiera a Tony. Una vez ahí, Strange me dejó su laptop y salió de la habitación, seguramente quería darme privacidad o no hacerme sentir nerviosa.
Al estar sola y un poco más tranquila a diferencia de los días anteriores, decidí abrir el email de Steve.
Había mandado todos los emails que Steve me había mandando los últimos días a un apartado llamado "no deseado", cada que el me escribía; su mensaje se iba a un lugar semi secreto al cual yo podía acceder cuando me sintiera lista.
Me senté, prendí la laptop y busqué.

"No tengo mucho que decir o hacer.
Solo que te extraño con todo mi corazón. Lamento tanto haber actuado de esa manera el otro día, debí pedir el contexto de la situación antes.
No se si vayas a regresar, eso me aterroriza cada minuto del día. Tampoco sé si leerás esto, pero sea donde sea que estés o que estés haciendo... perdóname, todo lo estropeé y no tengo justificación alguna.
También perdóname por no abrazarte fuerte cuando sucedió eso; creí que tendría el tiempo de disculparme.
Si regresas o no; esa es decisión tuya, pero si decides hacerlo, te esperaré con los brazos abiertos y lágrimas en los ojos.
De verdad te esperaré siempre Michelle...

Con amor, Steve."

Tras leer su corto email; una lágrima quiso salir de mis ojos. Era cierto que la había cagado... durísimo, pero todos lo hacemos, todos en este planeta tierra hemos cometido errores colosales y tenemos el derecho de redimirnos porque de eso se trata la vida.
Ambos nos lastimamos, nos dijimos cosas feas aquel día, sin embargo los dos tenemos una oportunidad para arreglarlo todo. Las cosas se arreglan hablando y tal vez era el momento.
Aún me quedaba el dilema que tenía en mente desde hace días por culpa de mi escape a Kamar-Taj, amaba a dos personas totalmente diferentes y no quería herir a ninguna. Prefería mil veces terminar herida yo a que ellos fueran lastimados por mi culpa ¿Por qué siempre lastimo todo lo que amo? ¿Por qué el amor duele así? Es una de las incógnitas más grandes en todo el universo, es el único que puede causar alegrías y a la vez lastimarte tanto. Solo el amor lastima así.
Tomé la decisión de volver al complejo, volver a los vengadores sin avisarle a nadie, no quería precipitar mi regreso y mucho menos mostrarme vulnerable.
Cerré la computadora después de sobrepensarlo todo.

—Solo el amor puede herirte de esta manera— suspiró Venom mientras me limpiaba las lágrimas con un pañuelo.

—¿De donde sacaste ese pañuelo?— cuestioné apartándolo.

—Del armario de Stephen— respondió tranquilamente. Venom continuó pasando el pañuelo por mi rostro hasta que yo paré de llorar.
Me quede en la habitación un poco más, tomé una siesta después de pensar en todo. Me sentía cansada a pesar de haber dormido relativamente bien.
Pasaron aproximadamente dos horas. Alguien me despertó. Al abrir los ojos vi a Stephen; mirándome con un semblante de preocupación. Acercó su mano a mi cabeza y acarició mi cabello.

—¿Estás bien?— preguntó.

—Solo tenía sueño— respondí sonriéndole.

—¿Quieres salir al patio?— sugirió.

—¿Ahí está mi sorpresa?— cuestioné en tono de broma.

—No es una sorpresa como tal— respondió algo confundido.

—Sea lo que sea lo disfrutaré.

—Disfrutaremos— me corrigió Venom.

—Vayamos— los dos salimos juntos de la habitación hacia uno de los patios de Kamar-Taj casi al atardecer. A diferencia del patio que tanto me gustaba, este parecía más una zona de entrenamiento, fue uno de los lugares que no alcancé que ver el primer día que llegué debido al tiempo. Había hechiceros entrenando bajo el mando de otro de ellos.
Stephen saludó al hombre y este hizo una pequeña reverencia ante él; parecía ser una tradición o una muestra de respeto. El hechicero a cargo de los demás aprendices les pidió que se fueran y estos acataron sus órdenes. Después de esto, el "entrenador" también se fue.
Stephen se acercó a una mesita cerca de la entrada a uno de los templos y tomó algo de esta, algo que no me dejó ver.