La Boda y los Discursos Vergonzosos.

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Steve se acercó a mi lentamente, pero yo tomé la corbata y tire de ella para besarlo, escuché como todos los invitados empezaron a aplaudir y algunos a sonarse la nariz.
Mire a Steve y ambos nos sonreímos, giramos y caminamos para dirigirnos hasta la habitación asignada para los novios en ese lugar.

—No puedo creerlo... nos casamos— dije sorprendida.

—Lo hicimos— respondió Steve de la misma manera.

—No se acomoden, que toca la sesión de fotos y después volveremos a subir para disfrutar la fiesta— comentó Pepper entrando junto a papá.

—¿Sesión de fotos?— preguntó Steve.

—Claro, supongo que quieren rememorar su boda ¿O no?— contestó Tony.

—¡Ah! Por supuesto, lo había olvidado—exclamó. Bajamos junto a mis padres y los demás vengadores nos siguieron ya que ellos también querían salir en la foto, fue una sesión rápida, en la catedral que estaba a un lado de la terraza. Cuando tomamos nuestras respectivas fotos con los demás, Steve me tomó de la cintura y besó mi mejilla mientras yo tocaba su cara y sonreía con los ojos cerrados, en ese momento nos fotografiaron y puedo decir que fue la foto más linda de todas (algún día intentaré dibujar esa foto<3).
Subimos de regreso a la terraza y todo ya estaba listo, las mesas acomodadas en su lugar para que los invitados pudieran disfrutar de la fiesta.
Salimos por la misma puerta de la cual había salido momentos antes y caminamos hasta la mesa exclusiva para Steve, para mi a la vez que todos aplaudían. En ambos lados de nuestra mesa se encontraban otras dos en las cuales se sentarían todos nuestros amigos/vengadores.

—Tranquila, todo estará bien— dijo Steve intentando tranquilizarme al sentir como el sudaban las manos, Steve sabía lo mucho que me ponía nerviosa el ser vista por una gran cantidad de personas. Finalmente nos sentamos y la gente comenzó a convivir.

—¿Y ahora que?— le pregunté a mamá.

—Vayan a visitar las mesas y agradézcanle a todos por venir— respondió molesta.

—Pero no conozco a la mitad de la gente que vino— gruñí.

—A esa gente la saludaremos Tony y yo, ahora vayan— ordenó.

—Okay, okay, ya vamos— accedió Steve tomándome de la mano para ir juntos. La mesa más cerca era la de la realeza Wakandiana, así que pasamos con ellos.

—No puedo creerlo, si te casaste— dijo Okoye al ver cómo Steve y yo nos acercábamos.

—¡Okoye!— la regañó la reina madre y yo reí.

—Que elegantes— los halagó Steve.

—Era la boda de ustedes dos, claro que vendríamos con nuestros mejores trapos— bromeó Nakia

—¡Pudiste venir!— exclamé emocionada y la abracé.

—No me perdería esta boda por nada en el mundo— dijo tomándome de las manos.

—M'Baku, también viniste— dijo Steve.

—Me impresionó haber recibido una invitación— confesó.

—No te dejaríamos sin una— aseguró Steve.

—Es un gusto volver a verla— le dije a la reina.

—El gusto es mío— respondió mientras me daba un abrazo.

—¿Por que tan callado hermano?— cuestionó Shuri burlándose de T'challa.

—Me deslumbra tanta belleza— respondió mirándome.

—Supongo que la belleza de ambos— dijo Steve sarcásticamente.

Hasta Que el Por Siempre Se DesmoroneWhere stories live. Discover now