— ¡Tengo la peor suerte de todas! —Mirabel entró molesta.
______ estaba en la escalera continuando con su dibujo. Era sábado por la mañana y le sorprendía ver a su amiga con esa actitud desde temprano.
— ¿Qué sucedió?
— ¡Salomé! ¡Eso sucede!. No sé qué es lo que escuchó Dolores pero, creo que me intentó decir algo sobre un romance de su hermano —se veía con pánico.
— ¿Y cómo sabes que era sobre Camilo? —seguía dibujando.
En esta ocasión inició el dibujo de la señora Pepa.
— Antonio es demasiado pequeño como para esas cosas, ese término no es del todo conocido por él.
La chica bajó de las escaleras.
— Dejando eso de lado, ¿me invitarías agua? —sonrió.
Mirabel asintió y ambas caminaron a la cocina.
— Gracias prima de Salomé —habló cuando la de rizos le entregó un vaso con agua.
La Madrigal la miró con enojo y disgusto.
— No es gracioso.
— Para mí lo es —intentó no reír.
Mirabel sonrió sarcásticamente.
— Ahora que somos primas, seremos mejores amigas para siempre —la castaña imitó la voz de Salomé.
— Que pésima eres imitando —se cruzó de brazos.
— Mirabelita, eres mi prima favorita —se retorció mientras intentaba sonar tierna.
— ¡Basta!
— ¡Seremos primas para siempre! —se acercó a abrazar a Mirabel.
Esta la alejó con desagrado.
— Por favor, cállate —suplicó.
— Dijiste que soy pésima imitando pero ya te fastidie —se burló—. ¿Te desagrada mi voz? —volvió a imitar a la pelirroja.
— ¡______! —chilló.
Le divertía molestar a su amiga.
— ¡Oh, estoy tan feliz! ¡Camilo y yo nos vamos a casar! —dio saltitos.
— ¿Qué tú y yo qué? —entró Camilo a la cocina.
La castaña paró de hacer lo que estaba haciendo y sólo miró a Mirabel, quien tenía infladas sus mejillas para evitar reír.
El karma sí que era instantáneo y lo acababa de comprobar.
_______ sólo estaba quieta, ni siquiera quería respirar como si eso le ayudaría a desaparecer y que Camilo no la viera más. Tonta ______.
Los nervios se apoderaron de ella, ¿por qué justo tenía que entrar él?.
— Je je, ¿yo y tú qué? ¿De qué hablas? —mencionó haciéndose la confundida.
— ¿Por qué dijiste que nos casaríamos? —escuchó a sus espaldas.
— ¿Yo dije eso?. ¡Te equivocas!
— Si lo hago, ¿por qué no me miras?.
______ apretó sus ojos y con valentía se volteó, al mirarlo sintió como el calor subía por su cara.
— Yo no me refería a ti, hablaba de otro Camilo. Uno muy diferente —sonrió nerviosa.
El chico alzó la ceja.
ESTÁS LEYENDO
En el Silencio [Camilo Madrigal]
Fanfiction-Si, bueno, hay mucho que decir pero muy POCA privacidad -el chico rodó los ojos. La castaña lo miró confundida. -DO-LO-RES -movió los labios sin emitir algún sonido. -Acabas de decir algo sin necesidad de hablar, ¿eso te da privacidad? -se burló...