Capítulo 13

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—¿Y qué tal el capítulo de ayer? —preguntó "Antonio", quién en realidad era Camilo transformado en el pequeño. Aún así la voz seguía siendo la de él.

—Fue algo cardíaco, el chico al fin se enteró que ella es una sirena —movía su cuerpo con cada palabra que decía.

Camilo estaba al otro lado de la escalera, se ponía de pie cuando ______ se lo pedía y volvía a sentarse en un escalón cuando no era necesaria su ayuda.

—¿Él como reaccionó? —cuestionó intrigado.

—Él cree que está enamorado de ella porque lo hechizó con su canto—suspiró—. Me dan ganas de entrar al libro y patearlo.

En el tiempo que el Madrigal la empezó a acompañar habían tomado la costumbre de que ______ le contara sobre el libro que estaba leyendo en el momento.

—Me uniría a ti —soltó una risa.

—Bueno, si me pasara algo igual tal vez también haría ese drama. Aunque mi duda es, ¿un tritón también te puede hechizar? —detuvo su trabajo.

—Puedo transformarme en uno y así dramatizar todo lo que quieras —le dio una sonrisa ladina.

—Gracias a tu transformación me imaginé a Toñito siendo un tritón, se vería demasiado lindo —arrugó la nariz con ternura.

—Ahora imaginame a mí, ¡yo, Camilo! —exigió—. ¿Si soy él, cierto? —alzó su ceja.

—Claro que eres él —lo miró preocupada.

Sólo suspiró.

—Te imaginé, te verías... bien —susurró apenada lo último.

—¿A Camilo?

—Si, a ti —le sonrió.

"Antonio" le devolvió la sonrisa.

—Disculpa por eso, no sé porque mencioné algo así —recargó su cabeza en un escalón.

—No te preocupes, siempre recuerda que eres el gran Camilo Madrigal, alguien único —siguió pintando.

El chico la volteó a ver, su perfil se veía armonioso, la mirada de ella estaba en la pintura y la concentración que mostraba le resultaba acogedor. La pequeña sonrisa que se alcanzaba a notar en la comisura de sus labios le hizo sonreír también, y a pesar de que llevaba el cabello recogido de forma despeinada le parecía tierno su estilo.

—Si... —seguía sin despegar la mirada de la castaña.

—¿Puedes ponerte de pie?, por favor.

El niño subió un escalón para que ______ pudiera apreciarlo mejor.

Lo volteó a ver y acercó su rostro para observar si había detalles para agregar a la pintura.

—Espera —dejó la paleta con pintura en un escalón y tomó el rostro del niño con una mano.

Camilo sólo miraba cada movimiento que hacía la chica frente a él.

—¿Soy muy lindo cierto? —imitó a su hermano menor.

—Por su puesto que si —dijo de inmediato ______ mientras que le jaló un poco la mejilla—. ¡Oye! —lo soltó al darse cuenta del engaño—. Soy demasiado tonta como para haber caído en tu broma.

Camilo sólo soltó una carcajada, no había imaginado esa reacción de la chica.

—Creo que ya está lista la pintura de hoy, no noté algo más —bajó la escalera.

El niño hizo lo mismo y al estar de pie, giró y volvió a su verdadera forma.

—Mañana sólo te necesitaré a ti —______ se sonrojó al darse cuenta de lo que dijo, se podía malinterpretar—. Me refiero a que mañana es el turno de pintarte a ti, así que, ya no es necesario de que te transformes en alguien más.

En el Silencio [Camilo Madrigal] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora