Capítulo 20

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______ pestañeo rápidamente.

—¿Eh? —fue lo único que pudo articular.

Camilo soltó una pequeña risita, —Nada nada.

—¿Aún no aclaras tus sentimientos? ¿Por eso quieres besarme? —alzó su ceja.

Él suspiró, —No es eso.

—Camilo —llamó—. Sólo no vuelvas a decir algo así, a ti te gusta alguien más y... —suspiró—, estas comportandote de una forma boba.

Gracias a la estupidez que había dicho Camilo el otro día, ______ pensaba que él realmente estaba enamorado de Salomé.

—Lo soy...

Miró a los ojos al chico, sus ojos se veían tan intensos que lo hacían ver intimidante, algo totalmente diferente a él.

Él dirigió su mirada a los labios de la fémina y la mantuvo ahí por unos segundos.

¿Va a besarme?, dios, si vas a hacerlo hazlo ya. ¿Por qué tengo que estar pensando esto?. Miró los labios entreabiertos de Camilo, sentía que iba a morir ahí mismo si no hacía algo ya.

—Será mejor irnos —Camilo se giró y comenzó a caminar hacia la casa Madrigal.

Cerró los ojos con frustración mientras caminaba.

Mientras detrás de él se quedó una ______ desconcertada, ¿cómo había pensando que él volvería a besarla?.
A B S U R D O.

Incluso se sentía humillada por tener un pensamiento así, pensando que él estaba enamorado de ella sólo porque la besó aquella noche.

¿Acaso eres tonta?, tú misma escuchaste que él dijo que le gustaba Salomé, ÉL te hizo llorar y tú sólo quieres besarlo. Al menos su conciencia la regañaba.

Vio cómo Camilo ya iba lejos y sólo comenzó a caminar rápidamente para alcanzarlo. Al llegar a la casa se separaron, sin decirse nada ni tampoco mirarse; incluso se podía sentir una tensión entre ellos.

[...]

Al día siguiente _____ se encontraba frente a su dibujo, suspiró al ver su pintura totalmente manchada de negro, tanto esfuerzo arruinado en tan sólo segundos.

—Deja de ver eso o entrarás en depresión —entró Mirabel al lugar.

Su comentario era posible, y más porque hace unos minutos la castaña había despedido a su padre y hermano en las montañas.

Alma venía tras ella, —Cuanto lo siento, querida. Sé el tiempo que te tomó realizar esa pintura —curvo sus cejas.

La ojicafé desvió la mirada de la pared, —En realidad la que se disculpa soy yo, le devolveré el dinero que me dio.

La señora negó, —Eso no es necesario, ese dinero es tuyo —la tomó del hombro—, tú te ganaste ese dinero con tu esfuerzo así que insisto en que lo conserves.

______ sonrió agradecida.

—Coincido con mi abuela, trabajaste mucho y esa es tu recompensa —Mirabel tomó su otro hombro.

—Supongo que lo menos que puedo hacer es volver a realizar la pintura, por respeto a ustedes —miró a ambas.

Alma negó, —Eso no es necesario, cariño.

—Lo haré —aseguró—. Aún hay pintura sobrante así que, podría realizar otro dibujo para mañana.

Mañana era el último día de celebración, así que podría pintar algo para que sea algo como un cierre de este festejo.

En el Silencio [Camilo Madrigal] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora