Capítulo 26

6.4K 588 414
                                    

—Hay un gran charco enfrente, así que salten —habló Camilo.

—¿Charco?, si ni siquiera ha llovido —dijo la castaña.

Mirabel asintió de acuerdo con su amiga, la cual ahora parecía casi su gemela por el hecho de que ambas tenían el cabello rizado, sólo con la diferencia de que los de ______ eran más sueltos. Ambas iban con los ojos vendados y siendo dirigidas por dos chicos, Gilberto iba cuidando a la Madrigal y Camilo a ______.

—Es verdad lo que dice Camilo —aseguró Gilberto.

—Saltemos juntas —apretó la mano de Mirabel.

—Okey.

Contabilizaron y dieron un pequeño salto confiando en los chicos, mientras estos evitaban reír al ver que no había nada y sólo bromeaban.

—Ahora... sólo sigan caminando —Camilo intentó sonar normal.

Lo hicieron durante unos minutos hasta que fueron detenidas por ellos.

—Cuando digamos tres, ustedes se quitan las vendas, ¿okey? —dijo el Madrigal.

1...2...¡3!.

Las amigas se quitaron la venda.

—¡Feliz cumpleaños! —gritaron al unísono todos los integrantes de la familia.

Vieron frente a ellas una mesa llena de comida y de postres, bueno, Mirabel sólo veía borroso a falta de sus gafas pero eso no impedía que sonriera emocionada.

—Ouh, casi lo olvido —Gilberto se acercó a ella—. Le hago entrega de sus otros ojos, señorita —se los puso cuidadosamente a Mirabel.

Él se había encargado de cuidar sus anteojos al momento en el que le puso la venda.

—Gracias —sonrió agradecida junto a un leve sonrojo.

—Vengan, vayamos a comer —se acercó la abuela de ______.

Todos se sentaron alrededor de la mesa para celebrar juntos, a diferencia de otros años esta vez se veía más alegre.

Anteriormente los únicos partícipes eran los padres de Mirabel, Luisa, Alma, Dolores, Antonio, los familiares de ______ y Gilberto junto a su hermano.

—Coman coman, preparamos muchas cosas —habló Julieta.

Mirabel asintió con la boca llena y tomando más arepas de choclo.

—¡Oye!, deja algunas para mí —lloriqueo Camilo.

—No —siguió agarrando.

Camilo soltó un gritito mientras fingía llorar.

—Hijo, comportate —Pepa le dio un codazo—. Si sigues así, ______ terminará dejándote.

—¡Mentira! —dijo con seguridad. Se inclinó hacia la castaña, —¿Si vas a dejarme? —susurró con tristeza.

—¡Si!, ¡dile que si! —Dolores intervino.

______ soltó una risa ante esto.

—No lo haré —murmuró.

—¿Me lo prometes? —pestañeo.

—Te lo prometo —sonrió.

Camilo dio una sonrisa abierta, oír eso lo hacía sentir tan feliz. Volteó a ver a su hermana y le sonrió triunfante.

—Por supuesto que no lo hará, ______ ha estado enamorada de ti por no se cuantos años como para arruinar esto —Dolores lo miró obvia.

—¿Tú lo sabías? —su hermano la vio.

En el Silencio [Camilo Madrigal] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora