𝔇𝔢𝔰𝔦𝔯𝔢 𝔗𝔬 𝔩𝔬𝔳𝔢 ༻𝔒𝔫𝔢 𝔖𝔥𝔬𝔱𝔰 𝔇𝔢 𝔖𝔢𝔳𝔢𝔯𝔲𝔰 𝔖𝔫𝔞𝔭𝔢༺

❖16.➽ 𝑹𝒂𝒏𝒅𝒐𝒎 𝒍𝒐𝒗𝒆

Severus caminaba por los oscuros pasillos de Hogwarts, mientras estaba atento a cualquiera que estuviese allí merodeando, también se mantenía ocupado pensando en cómo había cambiado su vida desde que llegaste de intercambio de Bulgaria.

Llamaste su atención desde que siempre ibas a su clase con una emoción que no veía ni en un estudiante de primer año.  De ahí cuando lo defendías de los crueles apodos que le ponían pero a los que ya se había acostumbrado. 

La primera vez que le hablaste fue para pedir clases extra y eso le extrañó igual o más que Dumbledore al saberlo. Desde entonces, cada día, después del almuerzo ibas con él hasta que empezaba la cena. Te habías convertido en la segunda persona, después de Dumbledore, que lo conocía mejor. El saber que te consideraba alguien cercano a él, y por lo tanto, una persona con importancia para él, te hizo enorgullecer y le diste la misma confianza que él te dio a ti.

Claro que no le agradó nada cuando se entero de tu noviazgo con Ron Weasley, no te hablo por una semana. Hasta ahora seguías con él pero Severus vivía en negación con ello.

— Quisiste dar un paseo con él, que mala idea hacerlo dónde yo esté. — comentó, tratando de ocultar su tono de autosuficiencia. Chocaron con Severus cuando Ron y tú decidieron salir para ir a la cocina, Severus lo mandó a su sala común con cincuenta puntos menos, puntos que Dumbledore no tardaría en restaurar.

— Solo querríamos irr a comerr algo. Quizás no lo sepas perro en la madrrugada da hambrre.— te quejaste, buscando piedad para ti. Tú acento siempre le recordaba a Igor pero escucharlo en ti lo hacía un sonido gracioso pero muy lindo.

Varias veces habías intentado dejar tu acento atrás, pues siempre era el blanco principal de las bromas, unas graciosas pero otras eran realmente crueles.

— Tienes hambre a todas horas, T/n.— sonreíste a lo bien que te conocía y asentiste sin avergonzarte de ello. Severus tomó un poco de lo que llevabas en tus brazos y te hizo caminar detrás de él.

No preguntaste donde iban, pues era obvio que se dirigían a su habitación u sabías, aunque él no lo admitiera, que también tenía hambre. Al llegar, tiraste todo en la cama y vaciaste  tus bolsillos.

Habías fallado, Severus no tenía hambre, pero tenía intenciones  de decirte todo lo que guardaba, cansado de llorar por sentir su amor por ti. Estaba acostumbrado a que el amor doliera, pero su amor era más fuerte, lo hacía sentir tan impotente y débil, muchas veces sentía ganas de gritar para sacar todo su amor.

Se sentó  a tu lado, tus rodillas chocaban con la de él. Decidió comenzar por asegurarse de que no querías a tu novio como él sospechaba.

— ¿Amas a tu novio?.

— No te prreocupes porr mi novio, RRon, no lo quierro. Esta muy pegajoso con Lavanderr, y si no es con ella, serrá con Herrmione, perro de que se consigue una novia que no soy yo, se la consigue.— dijiste indiferente, comiendo una galleta de chocolate con crema.

Ahora él podía proceder sin competencia, lo malo es que no sabía como proceder. ¿Un beso? Quizás era muy arriesgado pero no sabía cómo continuar.

Te miró por unos segundos, esperando que tú sintieras su mirada y te voltearas a verlo. Cuándo lo hiciste, Severus tomó tu mejilla y se acercó a ti con rapidez y besó tus labios con fuerza.

Estabas al tanto de toda la situación y no te molestaba. Te emocionaste de más y te impulsaste a él, haciendo que cayeran debido a la fuerza, tenías medio torso encima de él y de tu cintura para abajo se quedaron en la cama. Severus sonrió y con confianza te abrazó pegándose a ti.

—¿Porr esto es que estabas tan distrraído?— preguntaste al separarte de él.

— Llevaba tiempo queriendo hacerlo. Sabes, yo creo que te amo, T/n. No sé porqué pero no puedo evitar enamorarme de ti.

Ahora tú no sabías como proceder, nunca supiste como reaccionar a una confesión de amor, así que solo tomaste su mano y la pusiste en tu pecho. Severus pudo sentir el latido de tu corazón yendo a toda velocidad, golpeaba fuerte contra tu pecho.

— Yo igual te amo, Severrus.

Sonrió sutilmente, tratando de no verse tan emocionado pero le era imposible ocultarlo.  Entrelazó sus dedos juntando sus palmas, acercó tu otra mano a sus labios y la besó cariñosamente. Te jaló con suavidad hasta quedar junto a él, con tu cabeza reposando en su hombro y él soltó tu mano para deslizarla  debajo de ti y abrazarte.

Por fin, ambos se sentían en paz.

— Es un mal momento, perro necesito prreguntarr, ¿No has visto a un perro negrro?.

— ¿Por qué habría un perro por aquí?

— No lo sé, una noche salí y encontrré uno, lo alimenté y le di agua. Luego de eso siemprre voy con él, parrece que me quierre, siemprre que me ve se tirra encima de mi y me lame.

Los dos estaban adormilados y Severus, en un intento de dar por acabado el tema te dijo que después te ayudaría a buscarlo, sin detenerse a pensar en sus palabras. Beso tu frente y tu te acurrucaste más él mientras acariciaba tu cabello.

Esa noche, Severus por fin pudo dormir bien, sintiéndose seguro y protegido a tu lado.