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-Bien chicos, eso es todo por hoy, ya pueden irse.

Cuando escuché al profesor, todo el cansancio mental de estos días cayó sobre mí.

"¿Cómo los humanos pueden soportar esto?", incluso Akira se escuchaba cansada.

Ni yo lo sabía.

Aun así, también sabía que me encontraba en este estado de relajación no solo porque ya era receso, sino también por el chico a mi lado.

Durante la clase, debido a la cantidad de temas y por su complicación, nos mantuvimos todo el tiempo en silencio, pero eso no quería decir que no aprovechaba cada segundo que tenía para verlo de reojo. 

-¿Olor?

Cerré mi mochila y me volteé.

-Así es-le sonreí divertida entrando en cuenta que se había mantenido pensando en eso todo este tiempo.

-Algo me dice que no es el perfume-entrecerró sus ojos-entonces... ¿a qué huelo?

Por instinto, como un depredador a su presa, me acerqué cuidadosamente a su cuello para aspirar más de cerca ese manjar.

Debido al repentino movimiento aprecie como se paralizó, pero eso no quitó la forma en la que su cuello se erizó. 

-Vainilla-susurre en su cuello provocando un jadeo de su parte.

"Márcalo, márcalo", gruñía mi loba.

Teniendo un poco más de valor roce mis labios con su piel y al ver que no me apartaba deje un suave beso en dónde iría la marca.

Intentando no abusar del estado de mi mate, me alejé lentamente para volver a mirarlo de frente.

Sus ojos brillaban de deseo y sus labios se encontraban entreabiertos. Esos apetitosos labios.

-Erahia...-susurro.

-¡Matthew!-escuchamos una voz proveniente de la puerta pero no despegue mi mirada de la suya.

Meneó su cabeza con el ceño fruncido al mismo tiempo que tomaba su mochila para luego ponerse de pie.

-Nos vemos luego-dijo antes de dirigirse apresuradamente hacia la puerta.

Y sin más salió del salón.

Sabía que estaba agobiado, hoy pude confirmar que si siente parte de la conexión. En sus ojos podía ver su atracción hacia mí, pero se veía perdido, y lo entendía, esto es algo completamente desconocido para él.

Matthew

Diablos, ¿qué rayos me estaba sucediendo? 

Tomé mi cabello frustrado.

Esa chica era extraña, no me conocía y sospechaba que era la primera vez que nos veíamos cuando me besó.

Lo más extraño de todo era que cada vez que se acercaba a mi quería tomarla para reducir cualquier espacio entre nosotros. Incluso cuando había dicho que era suyo, algo dentro de mi moría por decirle que lo era.

-Amigo ¿estás bien?-palmeo Connor mi hombro.

-Sí, sí, me fui por momento, lo siento.

Cerré mi casillero y me giré hacia mi amigo a mi lado.

-¿Qué?-le pregunté molesto al verlo aguantando la risa.

-Estabas al lado de la besadora de ayer ¿cómo fue?

Después de eso, mis amigos que estaban presenciando todo, se burlaron de mi diciendo que era todo un don juan que las mujeres incluso se lanzan a mis brazos en pleno pasillo, literalmente.

-Bien, supongo-me encogí de hombros.

-A ti-dijo entrecerrando los ojos-¿te gusta la chica loca?

Lo mire sarcástico.

-Admito que tiene buen cuerpo, no te culparía si la quisieras para folla...

No pudo terminar cuando lo había tomado por el cuello de la camiseta. Estaba furioso.

-Cállate-hable entre dientes.

Connor abrió sus ojos como platos y levantó sus manos sonriendo divertido.

-Lo siento hermano, mi boca está cerrada.

Lo solté de un tirón entrando en cuenta de lo que había hecho.

-No, yo lo siento-despeine mi cabello frustrado-no sé qué diablos me pasa.

¿Quién diablos era realmente Erahia? y ¿por qué me comportaba así con ella?

ErahiaWhere stories live. Discover now