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-Oh vamos Erahia, tengo que acercarme alguna vez ¿no?

Había salido a comprar algunas cosas cuando de regreso al apartamento recibí una llamada de Joshua. Por esa razón ahora me encontraba caminando con las bolsas de la compra en una mano mientras que con la otra sostenía mi celular en mi oreja.

En momentos como este la fuerza lobuna era conveniente.

-¿Sabes qué? hazlo-dije frustrada de tener nuevamente está conversación. Ya perdí la cuenta de las veces que me ha llamado o enviado mensajes para poder ver a Zoe.

-¡¿Enserio?!-por su voz a través el auricular supe lo exaltado que se encontraba-no te arrepentirás lo prometo, esta vez no la asustare, pero me ayudarás ¿verdad? 

Me detuve de repente al sentir un olor a vainilla en el aire.

Miré de un lado hacia el otro, pero no encontré nada. O así fueron los primeros segundos cuando finalmente mi mirada dio con mi objetivo.

Pero no estaba solo.

Mi lugar en la vereda de en frente me daba una excelente vista de mi mate sentado en frente de dos chicas en un café. Supuse que el chico a su lado era un amigo, pero la verdad eso era lo que menos me importaba en este momento.

"Mátalas", dijo Akira luchando por salir, "nos pertenece, ¡Mátalas!"

-¿Erahia?¿Estás ahí?

Menee mi cabeza intentando despejar mis pensamientos que estaban comenzando a entremezclarse con los de Akira.

-Si-dije comenzando a caminar, seguir allí no sería lo más seguro para mi y para...no, no, no pensemos en eso-me distraje, lo siento.

-¿Estás bien?

-No-dije rotundamente-acabo de ver algo que hará que deje salir a mi loba en medio de una calle repleta de humanos.

-¡¿Qué?! No, respira conmigo, inhala, exhala, ¡Calma Akira!-en otra ocasión me burlaría, pero incluso yo entendía su preocupación-¿Sabes qué?, iré a cenar a tu departamento.

Otra vez me detuve de forma abrupta.

-¿Por qué harías eso?

-Los dos necesitamos animarnos y tú cocinas bien. 

-Quieres un aventón a la universidad mañana ¿verdad?

-Tuve una pelea con mi hermano y el tiene completo poder sobre el auto así que si, necesito que me lleves.

Suspiré frustrada.

-¡Aun así!-dijo antes de que lo rechazara-los dos necesitamos unos buenos tragos para calmar las desgracias.

-Es martes-dije entre dientes.

-¿Y qué?, no tenemos clases hasta la tarde, y tú de todas formas tienes que venir a la manada mañana por la noche, ¡Todos ganamos!

Miré hacia el cielo esperando recuperar mi sentido común, pero se podría decir que me encontraba lo suficientemente débil mentalmente por haber batallado con mi loba y conmigo misma minutos atrás.

-Bien-acepte desganada escuchando sus vitoreos de fondo-pero no beberé mucho, sabes que no soy buena con el alcohol.

-Por algo se empieza Alfa-distinguí un tono de burla en su voz-en unas horas estaré allí, preparo mi ropa y las bebidas, espero llegar al último autob...

-Espera-lo frene entrando en cuenta de lo que había dicho-¿Ropa?

-No esperarás que no me duche.

-Solo será un día.

-Llevaré ropa, tu prepara una habitación, ¡Adiós!

Inmediatamente baje el celular observando atónita la pantalla.

Me había cortado, el muy idiota me había cortado.

-¡Erahia!

Escuché un gritó a la distancia haciendo que me girará con rapidez. Esto no era posible.

-Creí que no te alcanzaba-dijo un Matthew agitado en frente de mi.

¿Qué diablos?

ErahiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora