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Me puse ropa deportiva lo suficientemente cómoda y rápida de quitar para cuando me convirtiera en loba.

Estaba en el baño cepillando mi cabello húmedo por la ducha cuando escuché unos toquecitos en la puerta.

Por el grandioso aroma arrullador supe inmediatamente de quién se trataba.

-Matthew, ¿necesitas algo?

"No seas mala con él", gruño Akira.

-Tenemos que hablar sobre lo que...

Hice una señal con mi dedo sobre mis labios para que hiciera silencio.

Después de mirar hacia los lados en el pasillo comprobando que no se encontrara nadie alrededor, caminé unos pasos hacia atrás y con mi mano le indique que pasara.

Con cuidado cerré la puerta.

-Una de las habilidades de un lobo es su increíble oído. En las casas de los Alfas, debido a que se reciben personas de manadas ajenas para alianzas o negocios, solo las habitaciones son insonorizadas para seres sobrenaturales-explique.

-Ya veo-asintió.

-¿Y bien? ¿De qué querías hablar?

-Primero quiero disculparme-levanto su mirada del suelo clavándola en la mía-no actué muy bien al respecto y me siento mal conmigo mismo por ello. 

Inconscientemente abrí mi boca sorprendida quedándome sin palabras.

-Era la primera vez que veía algo así, y sé que no es excusa suficiente, pero en verdad quiero aclarar que fue en defensa propia. Estaba muy asustado, y no sé cómo, siento que lo que hice fue lo peor que pude haberte hecho.

Escucharlo hizo que me sintiera mejor, pero eso no fue todo.

-No tienes por qué disculparte-desenrede mis brazos que había cruzado en mi pecho apenas había comenzado nuestra charla-no dijiste nada que no fuera cierto.

-Si, si lo hice-con cautela levanto su mano y al ver que no lo rechazaba tomó mi mejilla cuidadosamente-no eres un monstruo, tu loba es hermosa Erahia. 

Por su mirada, sabía que decía la verdad, pero algo en mí no se convencía completamente de ello; sospechaba que lo hacía por la atracción que sentía a causa del vínculo y no porque en verdad lo sintiera. 

-Todo está bien, no debes preocuparte por eso-me alejé dando un paso hacia atrás contemplando un ápice de dolor cruzar por su mirada-¿Hay algo más de lo que quieras hablar? dijiste que eso era lo primero.

Suspiró colocando sus manos en el interior de los bolsillos delanteros de sus vaqueros. Se veía tan bien, con su cabello despeinado y su aire descuidado.

-La última vez no escuché todo lo que tenías que decir, y me gustaría saber qué fue lo que faltaba.

Ladee ligeramente mi cabeza estudiando la situación. Tenía demasiadas emociones ocurriendo en mi pecho al mismo tiempo, pero no podía mostrarme débil frente a él; antes creía que por ser mi mate podía relajarme y confiar en la conexión que nos unía como complementos perfectos, pero ya no. Debía mantener mis barreras en todo momento, incluso en frente de él. 

-¿Qué fue lo que escuchaste de Joshua?

Me miró confundido como si supiera la batalla interna que estaba atravesando.

-No mucho-dijo al ver que no obtendría otra cosa además de mi mirada fría-solo que un mate es la pareja de un lobo y no todo el mundo puede encontrarla, me dijo que era como buscar una aguja en un pajar.

ErahiaWhere stories live. Discover now