26

7.3K 576 5
                                    

Estaba terminando de vestirme cuando escuché el timbre del departamento sonar.

Fruncí el ceño confundida.

Ayer habíamos hecho un tour por la ciudad con mis madres, salimos a comer, fuimos al parque y en la tarde tomamos la merienda en un café; fue divertido.

Hoy había llegado finalmente el día en el que Joshua le diría a Zoe sobre su vínculo.

Tomé mi teléfono para guardarlo en mi pantalón cuando vibró en mi mano.

Tenía un mal presentimiento.

-¿Hola?

-Erahia, soy Matt-cerré mis ojos rogando internamente que no fuese lo que pensaba-estoy abajo, Joshua dijo que pasara por ti.

Salí de la habitación apresurada.

-¿Fuiste tú quien tocó el portero?

-Si, estoy en la entrada.

Alterada corrí hacia la salida.

-¡Aléjate de la entra....

No pude terminar de hablar debido a la imagen en frente de mi.

-Dijiste que irías con tu amigo Joshua.

-Pero no pensamos que alguien vendría por ti.

-Deberías habérnoslo dicho antes, cariño.

Apreté mis labios quedándome sin respiración.

Mis madres se encontraban sentadas en los sillones individuales, cada una con sus piernas y brazos cruzados. Mientras que en el sofá grande de enfrente estaba Matthew con la mano sosteniendo su teléfono en la oreja.

Suspiré guardando el celular en mis pantalones y me acerqué a él sentándome a su lado.

-¿Estás bien?-pregunte tomando su mano-mis madres te trajeron aquí con magia, ¿Tienes náuseas?¿Dolor de cabeza?

-No-dijo también guardando su celular-estoy bien, tranquila.

Me dedico una pequeña sonrisa apretando ligeramente mi mano.

-Que hermosa escena-escuchamos a mi madre.

Avergonzada solté la mano de Matt y me alejé sentándome casi al final del sillón, mi mate me vio con el ceño fruncido por haberme separado de su lado.

-Erahia-dijeron las tres al unísono.

-Mamas él es Matthew-dije aguantando la necesidad de tomarlo para huir de aquí, pero yo más que nadie sabía que eso no serviría. Nos traerían en menos de un segundo con magia-Matthew ellas son mis madres-señale el primer sillón-ella mi madre Minerva, mi madre Isara y mamá Fidelia.

-Es un placer conocerlas-dijo mi mate sonriendo educado.

-Así que tú eres el humano que siguió a Erahia a una manada-hablo mamá ignorando su saludo.

-Así es señora.

-Eres su mate por lo que sabemos.

Me tense en mi lugar sabiendo que este momento iba a llegar tarde o temprano.

-Sí, soy su mate.

¿Cómo podía estar tan relajado?

-Voy a aclararte algo muchacho-dijo mamá sonando molesta.

-Isara, no creo...

-No Fidelia, si ustedes quieren tener su linda charla suegra y nuero es su problema, pero yo voy a aclarar mi punto-se giró hacia mi mate asesinándolo con la mirada-puede ser que Erahia te haya perdonado, y a pesar de que mis hermanas sean tolerables, eso no quiere decir que no dudaremos ni un segundo en darte una lección por lastimar a nuestra hija.

Matthew se encontraba en completo silencio, pero sabía que estaba recordando el día en el que le conté toda la verdad.

-Entiendo que seas un simple humano y que esto sea algo nuevo para ti-apreté mis puños sobre mi regazo, Akira y yo nos estábamos molestando por la forma en la que le hablaba a nuestro mate, pero era mamá después de todo, no podíamos detenerla-pero eso no te da ningún derecho a meterte con nuestra niña, ¿lo entiendes chico?

Vi de reojo como Matt tragaba saliva antes de hablar.

-Si señora.

-Bien, me alegro que lo entiendas-en un instante su expresión cambio de una molesta a una gran sonrisa-por cierto, eres bastante guapo, aunque no tanto como Erahia por supuesto.

-¡Isis!

-Tu forma de cambiar tus estados de ánimo da miedo-dijo mamá meneando la cabeza.

-Tenía que dejárselo claro-mamá se encogió de hombros restándole importancia-chico, ¿Cuántos años tienes?

-Tengo veinte.

-Eso no es lo importante Isis-dijo mamá rodando los ojos desesperada.

-Debía asegurarme que nuestra hija no asaltara ninguna cuna.

-¡Mamá!-ahora me estaba avergonzando.

-Pues a mí me gustaría escucharlo a él-dijo mamá sonriendo-lamento que Isis lo haya dicho de esa forma.

-¡Fidelia!

-Pero nos preocupamos mucho por Erahia, espero que lo entiendas Matt.

-Lo entiendo-asintió el susodicho-y en parte estoy agradecido por eso.

Mis madres abrieron sus ojos como plato por sus palabras.

-¡No!¡Lo siento!-dijo Matt meneando la cabeza antes de tomar su nuca-no sé por qué dije algo como eso.

-Es la pertenencia del vínculo, cariño.

-El niño tiene agallas-dijo mamá cruzándose de brazos mientras lo veía burlona.

-Lo siento, en verdad-dijo Matt apenado.

Inconscientemente sonreí bajando mi mirada a mi regazo para que mis madres no lo notarán.

-¿Cómo estás llevando todo esto?

-Todavía sigue siendo un poco difícil para mí adaptarme-hablo Matt-muchas veces es como si algo externo me gobernara, y debo admitir que estoy un poco asustado por eso.

Al escucharlo levante mi mirada sobresaltada, no sabía eso.

En el momento que lo observé mis ojos chocaron con sus brillantes esmeraldas.

-Pero a pesar de eso, pase lo que pase, quiero mantenerme al lado de Erahia.

Solté lentamente todo el aire que tenía contenido, sintiendo una leve presión en mi pecho.

-Tienes bastante confianza como para coquetear con nuestra hija en frente de nuestras narices, chico.

-¡Isis!

Sonreí apenada volviendo mi mirada hacia mis madres.

-Creo que fue suficiente por hoy niños-dijo mamá después de menear su cabeza ante la discusión entre mis mamás que estaba teniendo lugar.

Mamá se volteó hacia ella abriendo la boca indignada.

-Todavía no terminé de...

Mamá chasqueó los dedos con lo que supuse era un hechizo de silencio.

-Suerte cariño.

-Mándale nuestros saludos a Joshua.

Mamá las seguía viendo indignadas intentando deshacer el hechizo de su boca cuando vimos como mamá volvía a chasquear los dedos.

Me sentí flotar por una fracción de segundo antes de ver qué nos encontrábamos sentados en los asientos del auto de Matt.

-Creo que debería arrancar antes de que Joshua entre en pánico.

Habló mi mate girando su mirada hacia mí, sabía que por su expresión pérdida aún seguía afectado por la magia de mis madres.

Sin saber que decir asentí y nos dirigimos hacia el bosque.

ErahiaWhere stories live. Discover now