Kate Morgan acaba de cumplir veinticuatro años y su vida está por dar un gran giro. Siendo un alma libre ha encontrado un pequeño problema frente a ella, un problema que pensó había dejado en el pasado. Pero ese no es el único problema, sus padres h...
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—Me gusta tomar el aire aquí, cuando me estreso o me encuentro frustrado. Este es mi espacio seguro, si quieres puede ser el tuyo también.
Lo observo y veo como camina hasta el borde y toma asiento dándole la espalda al vacío.
—¿Cómo lo haces? ¿Soy tan fácil de leer?—cuestionó sorprendida de que él siempre parece tener una respuesta para mí, con solo mirarme parece entenderme muy bien.
—No, pero yo te presto mucha atención Kate. Quiero que me veas como una zona segura, no hay nada que me puedas decir para juzgarte, puedes hablar conmigo de lo que quieras o no quieras hablar. Si no me quieres ver como un esposo puedes verme como un amigo, sé que te gusta mostrar a una Kate indiferente para no preocupar a los demás, sé que eso te hace sentir falsa y a veces lloras porque sientes que debes hacerlo.
—No lo entiendo y eres muy molesto por eso—me observa sorprendido, pero no me interrumpe—. Soy un desastre, ¿acaso no lo ves? Bueno lo ves, pero eso no te importa, pero no entiendo por qué. Un hombre sensato habría corrido muy rápido.
—Quizá no soy muy sensato. O quizá sea lo suficiente sensato para no asustarme por algo así, me gusta creer que soy listo, lo suficiente para descubrir más allá de lo que muestras.
—Ese es justo el problema que tuve antes, me presenté como una conocida porque tú eres tú y no importa cuanto lo digas o yo lo analice, muchos estarían de acuerdo en que estoy por debajo de tu nivel, incluso si las personas en el estudio no lo dijeron, estoy segura que lo pensaron cuando Rei dijo que era su cuñada.
El ceño de Jackson se encuentra fruncido, pero no me interrumpe.
—Que seas bueno conmigo solo me confunde y tienes prohibido decir que te gusto porque eso es otra locura, no me conoces.
—Pero es la verdad. ¿Qué clase de hombre inteligente huye de un enigma como tú? Creo que eres plenamente consciente del campo de atracción que tienes con los hombres, no sería el primero en caer en dicho campo Kate.
Lo veo cruzarse de brazos y deja de verme para ver hacia abajo. Por un momento tengo miedo de que quiera saltar. Así que le pido que se acerque. Luego de eso me quedo callada porque no sé qué decirle.
—Sé que esto puede parecer una locura, y me disculpo por abrumarte, pero soy sincero cuando digo que me preocupo por ti, Kate. Quiero que te sientas cómoda a mi alrededor y me veas como un amigo, quiero darte el espacio que has querido para ser escuchada.
—¿Por qué es tan importante?
—Porque es importante para ti—algo en la forma en que me mira mientras habla me atrapa, quizá sean sus ojos o la honestidad que transmiten, pero sostengo su mirada mientras me habla moviéndose hacia mí—. Supongo que lo entenderías mejor si te lo explico, así que te contaré sobre una hora de nuestra aventura en Las Vegas. Pero es la única excepción que haré de nuestro trato.
