Capítulo 40

89 15 1
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Kate.

Mi mañana no podría haber empezado peor.

Creí que sería inteligente ir a comprar los ingredientes para lo que voy a cocinar en la tarde antes de ir a mis clases, y si no fuera por lo particular de alguno de estos ingredientes pude haber terminado a tiempo, pero encontrar algunos ingredientes me tomó más tiempo del que no tenía. Así que llegué algo tarde a mi primer clase lo cual no habría sido un problema de no ser por el profesor que estaba reemplazando al viejo profesor que tuvo un accidente en la mañana no fuera alguien que conozco. Porque sí, conocía al profesor sustituto y creo estar segura al decir que ambos sentimos los mismos sentimientos hacia el otro.

Cualquier otro habría ignorado mi demora, pero no él. Quien no hizo más que sacar el tema durante la clase, convirtiéndome en el blanco de burlas y de mal ejemplo. Lo peor no fue eso, lo peor vino después cuando me citó al terminar la clase. Supongo que no esperaba menos cuando me amenazó con volver este mes de clases a un infierno. Así como mi padre lo volvió un chiste entre las universidades de élite, pero ese fue él solito quien se acostó con una estudiante y tuvo el descaro de señalarme a mí porque ella se lo pidió.

Por su culpa mi reputación se estropeó y fui investigada ya que mi historial académico se puso en duda.

Su pequeño discurso me retrasó y ya llevaba una demora considerable.

Aceptando realizar un informe sobre las últimas clases para que el se ponga al día con lo que el profesor a cargo estaba trabajando. Incluso si tiene malas intenciones con dicha petición acepto y cuando estoy por retirarme me pide que lo tenga para la siguiente clase la cual es mi segunda clase de mañana, justo después de mi examen. Sonrío y asiento mientras me retiro.

Saco mi celular de mi bolso y marco el número de mi tía, quien por suerte responde.

—Necesito un favor gigante.

—¿Qué tan grande es este favor?

—Como ser mi abogada porque planeo matar a un profesor.

Mi tía se ríe creyendo que es una broma, pero no bromeo. Mientras dejo la universidad me planteo esa teoría muy en serio. Le explico porque tengo esos pensamientos y es algo bueno que ella se ofrece a deshacerse del cadáver conmigo, pero lamentablemente me recuerda que tengo un plan más importante por delante y debería estar enfocada en Jackson no en mi molesto profesor.

—De verdad me gusta, es el único motivo para tenerme fuera de los libros cuando tengo un examen importante mañana.

—No deberías estar ya en camino a Boston.

Saludo al conductor que me abre la puerta y le respondo a mi tía.

—Justo acabo de subir al auto, por suerte pensé en un conductor para aprovechar mi tiempo de viaje.

Una Lección de AmorWhere stories live. Discover now