Capítulo 4

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Narra Lauren: 

—Recuerda que sin tanta barba esta vez, por favor —le rogué a mi mejor amiga. 

—De acuerdo, ya no seas chillona —me contestó. 

Mienttras Ally me aplicaba el maquillaje, me puse a pensar en muchas cosas, por ejemplo, sería muy buena idea que ella se fuera a trabajar conmigo, sería la única persona con la que podría actuar naturalmente. Pero, ella ya tiene un empleo muy diferente a lo que se hace aquí, ella lo ama y no puedo hacerle renunciar así de repente. 

De nuevo conduje a la oficina. 

—Hola, buenos días —le dije a Normani que ya me esperaba y a la recepcionista del edificio. 

En el transcurso hacia la oficina, mi sistente me hizo entrega de unos papeles para algunos proyectos que requerían de mi aprovación. Debía analizarlos cuidadosamente en mi oficina. 

Después de un par de horas de trabajo, en el que el tiempo se me había pasado volando, me dí cuenta de que mi estómago hacía ruidos debido a que no habíaingerido ningún alimento, no había tenido la oportunidad de hacerlo. Me puse de pié y salí hacia el pasillo, camino a la cafetería del edificio que estaba a unos cuantos pisos debajo. Podría comprar algo para comer. 

A un par de pisos de llegar me encontré con Camila acompañada de un joven. Ella lo tomaba del brazo mientras que de la otra llevaba su bolsa. Saludé, pero me miró con desagrado. Traté de no tomarle importancia, ella no me habló y yo tampoco lo hice. Me despedí  amablemente antes de bajarme. 

Después de tomar lo que iba a comer, me di cuenta de que la fila para pagar la comida no avanzaba porque una chica estaba peleando con el cajero debido a que su tarjeta de débito no pasaba porque estaba sobregirada. Caminé hasta ellos. Normani estaba allí junto a la muchacha. 

—Dinah, deja que yo lo pague —le dice mi asiastente. 

—Esa targeta pasa sí o sí —responde la mujer, que al parecer se llama Dinah. 

—Que no pasa, ya te lo dije desde ayer —le repite el cajero. 

Verlos pelear duranto otro minuto más fue inquietante. La gente que etsaba esperando su turno a pagar se estaba desesperando, todos ansiaban poder comer tranquilos de una vez. 

—Yo lo pagaré —extendí mi targeta hacia el cajero. 

—Jefe —Normani expresa sorpresa ante mi presencia. Al escuchar aquello, todos voltearon a verme como si no pudieran creer que yo estuviese aquí tomando el desayuno, esperando tal vez que hubiese salido a comer en algún innecesario restaurante de lujo.

—No puedo haceptarlo —dice la amiga de mi asitente. 

—Insisto —repetí. 

Además, tengo mucho dinero que la verdad no necesito, nada me quita invitar un par de desayunos a mis empleadas, ¿no? ¿En qué más podría gastar tanto dinero? No soy una persona que despilfarra dinero a lo tonto. 

Luego de insistir, las chicas aceptaron mi ayuda. La cara de alivio de las personas de la fila me parecieron graciosas. 

—¿Gusta sentarse con nosotras? —pregunta Normani. 

—Claro —respondí amable, con la esperanza de que pudiera hacer nuevas amigas en la oficina. Rogaba porque esto no se viera más raro de lo que ya era. 

—Mi nombre es Dinah —dice la acompañante de mi asistente. 

—Un gusto, Dinah. Yo soy Lawrence —dije comiendo un poco de la sopa de crema que compré, junto con un trozo de pan y unas frutas—. ¿Trabajas aquí?

LAUREN: La Heredera (Camren)Where stories live. Discover now