Capítulo 8

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Narra Lauren:

Ahora que todo estaba aclarado, algo en mi interior seguía comprimiendo mi corazón tras no querer herir a Camila, y sé que no es justo, aunque ella me hubiese tratado de humillar o lastimar con anterioridad, no lo hice ni lo hago por rencor, sólo es lo correcto. Ally me dice lo mismo.  

A la mañana siguiente Camila no fue a trabajar, y tampoco la encontré más tarde en la obra que está llevando la constructora. Por aguna razón quería verle; quería saber si ella estaba o estaría bien. 

—Buenas tardes —me dice Nicholle por la tarde, viéndome comer en el comedor del edificio, cosa que ya no había hecho porque salía a comer con Camila. 

—Hola —le miro. 

—¿Qué haces aquí? ¿Hoy no saldrás a comer con Camila? 

Negué.

—Que raro —continuó—, yo siempre les veo juntos. ¿Tuvieron acaso alguna pelea de novios o algo? ¿Ella se enojó contigo? 

—No somos novios —contesto por inercia y sin darme cuenta de mi error. 

—Al verlos todo el tiempo juntos yo creí...

—No quiero hablar de eso ahora, por favor —le digo con calma y con una apretada sonrisa. 

Ella asintió. 

—¿Quisieras salir a tomar un poco de aire? —me invita. 

—Claro. 


Narra Camila:

¿Qué sentido tenía quedarme en mi habitación todo el día con pijama, sintiéndome miserable conmigo misma, cuando había sido yo misma la que se impuso expectativas e imaginando que mis sentimientos podrían ser reciprocos? 

Yo misma me había lastimado. Todo el tiempo había sido yo quien pedía por la atención de Lawrence. Yo, quien por capricho necesitaba tenerlo a mi lado todo el tiempo. Yo, cuya persona nunca se le había negado nada en la vida, ni siquiera un hombre para que éste pudiera ser su novio. Pero, Lawrence me había rechazado así de fácil. Sinceramente, me es un poco difícil asimilarlo. 

Quizá fuera por puro berrinche, no obstante, no pude evitar soltarme a llorar sobre la cama de mi habitación a cortinas cerradas y sin tener nada en el estómago, no tenía hambre. ¿Qué estaría haciendo él en estos momentos? ¿Será cierto que no siente ni un atisbo de cariño por mí? Si ese era el caso...

Tocaron a la puerta. 

—¿Puedo pasar? —dice mi madre tras la puerta. 

—Adelante —respondo. 

Me acomodé sobre mi cama y me recargué en la cabecera, abrazando una almohada entre mis brazos. 

—Hija, escuché que no has querido salir de la cama ni siquiera para comer. ¿Qué sucede? ¿Estás enferma? —mi madre tocó mi frente. 

—¿Cuenta si estoy enferma de amor? 

¿Enferma de amor? ¿A qué te refieres, cariño? —me pregunta, pero no le contesté. Ella me miró, analizando mejor la situación—. ¿Es por Lawrence, acaso? ¿Él estuvo aquí anoche no es así?

—Mamá, no sé que tan correcta esté con estos sentimientos que tengo, pero, mamá, Lawrence me gusta mucho —seguí por contarle todo lo que había estado pasando. 

—Conprendo por qué te gusta este muchacho, hija —me dice mi madre—, él es muy atento, amable, y muy parecido a Henry, pero él ha sido muy claro contigo, hija. Y por razones del corazón, yo considero que no puedes obligar a nadie a gustar de tí. La verdad no sabemos qué pase por la cabeza de los demás. Aún así, sólo puedo decirte que esperes, que no te esfuerces tanto, sino que sólo estés allí para él, piensa que a lo mejor a él le gustan las cosas de diferente manera. Sé paciente y no le exijas demasiado, quizá de esa manera el pueda sentir por tí algo más profundo. 

LAUREN: La Heredera (Camren)Where stories live. Discover now