LAUREN: La Heredera (Camren)

Capítulo 9

Narra Lauren: 

Cuando el beso continuaba entre las dos, llegó lo que más temía: Camila deslizó su mano derecha desde mi nuca, pasó por mi pecho y por mi vientre, quieriendo llegar hasta el organo sexual que ni siquiera existía en mi fisionomía; tuve que detenerle la mano. 

—No es momento, Camz —le dije con una sonrisa. 

—De acuerdo —ella sonrió, dándome rápidamente un beso más y luego me abrazó fuerte. 

Ambas no s quedamos de esa manera sin decir nada durante un largo rato, sólo disfrutando el momento de abrazo.

—¿Quieres que te lleve a casa? —le pregunto por lo tarde que era—. También puedo decirle al chofer que te lleve, lo que tú gustes. 

—Quiero quedarme contigo —me dice. 

—Otro día será, ¿sí? —no podía aceptar tal cosa—. Tengo muchísimo trabajo que debo poner en orden y...

—Tienes razón —comenta—. Es muy pronto para esto. 

Asentí. 

*****

—Pasaré por tí mañana —le dije a la castaña al pié de la puerta de su casa. 

—Te estaré esperando —me responde, dándome un beso en los labios como despedida. 

—Adiós —me di la vuelta, y desde mi auto me volví a despedir con un ademán. Ella me lanzó un beso al aire y luego ingreso al interior. Yo sonréi. 

¡Rayos! Si antes dije que estaba en problemas, ahora lo estaba aún más, puesto que, y debo declarar: ¡estaba enamorada de Camila! 

Lo que más temía y menos esperaba se había vuelto una realidad. Aunque, de los problemas a los que me refiero son otros: uno, ahora estaré saliendo seriamente con la castaña; segundo: yo no soy un chico, y Camila cree que está saliendo con uno; y, en tal caso, si me descubre, yo no tengo un... pene. 

Volví a empeorar las cosas porque no quise que Camila se alejara, y por el contrario no voy a permitir que en esta relación exista contacto físico, a menos que ella se entere de que yo soy una chica, ella tendría que saber la verdad de cualquier forma. Por otra parte, mañana en la noche quedé de hablar con la señora Sinuh sobre si iba a aceptar o no salir con su hija, y al juzgar por lo que acaba de suceder hace un par de horas, mañana mi respuesta iba ser afirmativa. 

—¡QUE HICISTE QUÉ! —me gritó mi mejor amiga—. ¡Estás demente o qué Jauregui!

—No lo resistí, Allyson —contesté—. Creo que ella me gustaba más de lo que nunca pensé posible. 

—Sólo puedo decirte que esto va a cavar tu tumba, así que debes prepararte para la guerra—me dice, dejando escapar un gran suspiro. Se sentó resignada en el sofá a mi lado, esperando lo mejor.

Ally tenía razón, ahora tendré que lidiar con diversas luchas en mi día: Camila será una, los problemas de la empresa con Robert era otra, y mi identidad era otra. Esto de ser un chico desde un principio había sido un error. Y si... 

...no hubiera fingido ser un chico... ¿existiria la posibilidad de haberme enamorado de Camila, o ella se hubiera enamorado de mí? ¿Qué hubiese sucedido?

Me alegra saber que esos «hubiera» no existen. Aunque...

*****

—Buenos días —saludé a Hanks en la entrada. 

—Oh, joven Lawrence —me llama una de las empleadas—, la señorita Camila le espera en su oficina.