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La mamá de Jeongin apareció detrás de la puerta, se sintió apenada apenas notó la situación en la que se encontraban.

— Lamento interrumpir, chicos, solo salía a tirar la basura.— mostró la bolsa en su mano, riendo nerviosa.

El menor no podía ni levantar la mirada, tenía mucha vergüenza, ¿qué acababa de pasar?

— Jeongin, cariño, ¿no quieres invitar a pasar al chico? La cena está lista.— quiso decir para alivianar el ambiente.

El peliazul quería de todo menos eso ahora mismo, estaba muy apenado y necesitaba procesar todo lo que estaba pasando.

— No se preocupe señora, ya debo irme, muchas gracias de igual forma.— le sonrió también algo apenado por todo el ambiente raro que se había creado.— Nos vemos en el colegio Innie, adiós.— se despidió de ambos con la mano y se dió la vuelta para irse.

— Me contarás todo a detalle, ¿no, Jeonginnie?— su mamá lo miró apenas el rubio se fue, sonriendo divertida.

Pero el de hoyuelos salió corriendo hacia el interior de la casa, no estaba para soportar a su mamá en modo chismosa.

— ¡Me terminarás contando de cualquier forma!— habló fuerte después de entrar también a la casa.

Jeongin tomó una de sus almohadas y comenzó a ahogar gritos en ella, mientras una sonrisa boba se mantenía en su rostro

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Jeongin tomó una de sus almohadas y comenzó a ahogar gritos en ella, mientras una sonrisa boba se mantenía en su rostro.

¿Todo había sido real? ¿Hyunjin lo invitó a salir, le coqueteó y casi lo besa? ¿No estaba soñando?

Sentía que era muy lindo y muy irreal, el rubio siempre fue cariñoso con él, pero pensó que su personalidad era así.

Aunque ahora comenzaba a hacerse ilusiones sobre si le gustaba también a él.

¿Podría vivir la historia de amor que tanto quería con el rubio más bonito que conocía?

Esperaba que sí.

Sin embargo, entre tantos pensamientos, le agarró sueño y terminó por quedarse dormido mientras abrazaba la almohada a la que antes le gritó hasta cansarse.

...

Era de día nuevamente, por lo que debía volver al colegio, cosa que en parte le alegraba mucho porque podría ver a Hyunjin.

Se alistó, desayunó y tomó sus cosas para salir de la casa.

Unos minutos después llegó al lugar, hoy le tocaba clase con su chico, por lo que estaba muy feliz.

Pero su felicidad se fue por la borda al entrar al salón y notar como un chico peliblanco estaba sentado junto al rubio.

Pero eso no era tan malo.

Lo malo era que llevaba puesta la corona de flores que le había regalado a Hyunjin.

Su corazón se contrajo y se sintió realmente mal, más aún cuando vio que le acarició el cabello y pudo escuchar un "Tu cabello se ve muy lindo, Jinnie".

¿En serio sus mismas palabras?

La sonrisa que mantenía Hyunjin viendo al chico lo ponía aún más triste.

Por lo que se dió media vuelta y quiso irse, pero se tropezó con la puerta llamando la atención de todos los que estaban también ahí.

— ¿Innie?— pudo reconocer la voz del rubio y de Seungmin.

Soltó un quejido por el golpe que se había dado pero salió casi corriendo del lugar, de lo que menos tenía ganas era de hablar con Hyunjin.

Después de todo tenía que mantener su boca cerrada, ellos dos no eran nada más que compañeros y aquello solo era una simple corona de flores, ¿no?

Pero, ¿por qué se sentía tan mal?

Blonde Hair ➳ HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora