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El peliazul se quedó en medio del pasillo, llorando y con la hoja en su mano.

No había nadie, todos ya habían entrado a clases, pero no quería hacer ruido, no quería hacer nada, solo llorar y estar hecho bolita en su cama.

Una parte de él quería ser racional y pensar que simplemente era un pedazo de papel escrito por un cobarde que sólo quería hacerlo sentir mal.

Pero su parte sentimental y la que más abundaba era esa que solo se preguntaba si era verdad, y se autollamaba tonto, ¿como no se había dado cuenta? Hyunjin parecía besado por Jesucristo y él, bueno, él era Jeongin.

¿Fue tan molesto e insistente con su cabello que le tuvo lástima y lo aceptó? ¿Eso había sido?

¿Pero por qué fingía tan bien entonces?

No, es que no podía ser cierto, su Hyunjin no era así.

¿O sí?

Mierda, ¿cómo apagaba su mente?

Volvió a la realidad al escuchar voces acercarse, se limpió rápidamente las lágrimas, guardó el papel y tomó sus cosas para ir afuera, ya no llegaría a su clase.

— Yang, ¿por qué no está en clases?— escuchó la voz de la vicerrectora.

— Disculpe, no me sentía bien y preferí quedarme afuera.— murmuró tratando de que su voz no sonara rota.

— Avise a su profesor y no moleste por los pasillos. Cualquier cosa avise a la directora.— fue lo último que dijo antes de alejarse de él.

Agradeció que fuera fría y completamente despreocupada, porque no tenía ganas de inventarse algo o ponerse a llorar frente a ella.

Sacó su celular al llegar a una de las mesas y le marcó a su mamá. Después de todo, era verdad que no se sentía bien.

Jugó con sus manos ansioso, esperando que su mamá fuera pronto por él y pudiera llorar tranquilo en su habitación.

Trataba de distraerse con cualquier cosa para no pensar, su mente era terrible cuando quería.

Y rogaba a todos los dioses que Hyunjin no apareciera, lo que menos quería era toparse con él.

Rompería a llorar o lo trataría mal, y ninguna de las dos eran válidas para él. Era un conflicto interno que por ahora quería "resolver" solo.

Fueron unos largos minutos de tortura para él, hasta que una señora de limpieza le avisó que habían llegado por él.

Avisaron a la directora, y luego pudieron volver juntos a su casa.

Su mamá preguntó que pasaba, pero Jeongin solo mencionó que no tenía ganas de hablar, y la mayor lo entendió.

Su mamá preguntó que pasaba, pero Jeongin solo mencionó que no tenía ganas de hablar, y la mayor lo entendió

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Hyunjin salió de clases ansioso por ver a su pequeño. Podían pasar solo horas, pero él ya lo extrañaba mucho.

Estaba esperando en la salida al peliazul cuando Felix apareció junto a él.

— ¡Jin! Hace mucho no te veía, ¿como has estado?— saludó con voz chillona y una sonrisa que parecía falsa de lo grande que era.

— Bien, gracias.— respondió cortante. Pero el peliblanco no borró su sonrisa.

— ¿Esperas a alguien?— preguntó luego de unos segundos.

— Sí, a mi novio.— se giró y sonrió de la misma forma que el otro, falso.

— Oh, escuché que se fue temprano con alguien.— Hyunjin frunció el ceño y negó, asegurando que era mentira.— ¿No me crees? Pregúntale a alguno de sus compañeros, mira, allí vine Seungmin.— señaló.

El rubio se acercó al amigo de Jeongin para preguntar si eso era cierto.

— Eh, sí, vinieron a buscarlo luego del recreo y se fue, por lo que sé.— dijo el menor, Hyunjin le agradeció y se quedó en su lugar con el ceño fruncido.

¿Por qué Jeongin no le había contado?

— Ves, hyung, yo no miento.— escuchó a su lado de parte de Felix, y luego lo vio irse.

Sintió un revoltijo en el estómago y celos llegar a él, ¿alguien?

¿quién carajos era ese "alguien"?

¿y por qué su no-novio no le había dicho nada?

Blonde Hair ➳ HyuninWhere stories live. Discover now