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Jeongin se incorporó limpiando su rostro rápidamente y levantándose para ver a Hyunjin, le dio su mirada más fría y seria.

Hyunjin sintió su pecho contraerse, era la primera y esperaba que la última vez que veía a Jeongin de esa forma, mirándolo de una manera tan fría, que estaba necesitando de la mirada adorable y feliz que siempre le brindaba.

Pero pudo comprenderlo, aún cuando su pecho también dolía, comprendió que tenía razones para verlo así.

— Puedo explicarte lo que pasó recién, no quiero que pienses cosas erróneas, Jeongin.— su tono fue tímido, se sentía de alguna forma intimidado.

También tenía miedo, no quería alejarse del peliazul.

Jeongin quiso reír sin gracia al escuchar lo que había dicho.

— ¿Por qué tendrías que explicármelo, Hyunjin? No me debes explicaciones porque no somos nada, ¿o me equivoco? — fue tan brusco que el rubio quiso irse de ahí y mandar todo a la mierda.

Pero en el fondo comprendió que estaba enojado, no se podía dar por vencida tan rápido, ¿cierto?

— ¿Entonces no te importa? Porque a mí sí, y quiero hacer bien las cosas.— la cara del menor se relajó al escuchar eso, se había dejado llevar y había sido un poco brusco quizás.

— Solo, no tienes que sentirte presionado a explicarme las cosas. Pero siendo sincero, me importa, quizás más de lo que debería.— suspiró mirándolo a los ojos.— Y nunca hablamos sobre esto, pero ahora mismo, solo quiero que me digas la verdad, ¿quién es ese chico? y por favor, si sientes algo por él o pasa algo más, agradecería que seas sincero.

Hyunjin tomó aire y asintió.

— Ese chico se llama Felix, y no es más que mi amigo, o eso era, porque acabo de darme cuenta que se convirtió en un completo idiota.— rió sin gracia— Y quizás lo que pasó te dejó pensando que no es así, pero yo tampoco me esperaba eso, me quedé paralizado al pensar que podrías sentirte mal y por eso no reaccioné. Y todo lo que pasó se puede malinterpretar, pero quiero que sepas algo, Jeongin. Me gustas, me gustas muchísimo. Y no hay alguien que me interese más que tú, solo te quiero a ti a mi lado, y Felix no me interesa ni un poco, ahora menos. Así que si tenías dudas, espero que hayan sido resueltas. Porque me gustas, realmente me gustas mucho.

El mundo de Jeongin se paralizó unos segundos, no era la primera vez que lo decía, pero ahora, que lo necesitaba más que nunca, se sentía aún mejor.

Ya no tenía dudas, ahora mismo solo quería gritarle que también le gustaba y darle millones de besos.

Aunque aún una parte de él quería ir y besar a Hyunjin en frente de ese tal Felix, pero sabía que no iba a ser una muy buena idea.

O sí, quien sabe.

Pero Hyunjin se sentía tímido, inseguro e intimidado por el silencio tan insoportable para él que se había creado.

Estaba por decir que lo olvidara y darse la vuelta para irse junto con su poca dignidad, pero Jeongin finalmente habló.

— Gracias por decir lo que tanto quería escuchar.— sonrió levemente, jugando con sus manos nervioso.— Tú también me gustas, Hyunjin, te lo dije antes y te lo digo ahora de nuevo. No te imaginas cuanto, ni desde cuando. Pero me gustas mucho.

La mirada del mayor se iluminó y una sonrisa se hizo presente ni bien escuchó a Jeongin hablar.

Se acercó a él, pasó su mano por su mejilla y acarició esta con su pulgar. Mientras ambos se miraban fijamente, perdiéndose en la mirada del otro.

Ambos tenían una guerra de sentimientos interna, sus corazones estaban por salirse y sus estómagos eran un revoltijo de mariposas.

Hyunjin quería besar a Jeongin y Jeongin quería ser besado por Hyunjin.

¿Qué esperaban? No sabían.

— A partir de ahora... Hagamos las cosas bien, ¿si?— el rubio fue quien habló.— Empecemos de cero ahora sabiendo que esto es mutuo.— sonrió y Jeongin asintió con las mejillas ruborizadas por la cercanía y por todo lo que estaba pasando.

Fue el momento de Hyunjin para acercarse al menor, juntar sus narices y darle un adorable beso esquimal, mientras sonreía de forma boba.

Jeongin pasó sus brazos por la cintura de su dulce príncipe para acercarlo más a él, mientras sus mejillas ardían pero sonreía genuinamente, ansioso por ser besado de nuevo por su chico.

Hyunjin no esperó más y cortó la poca distancia que los separaba, uniendo sus labios con los contrarios en un beso lleno de amor, comenzó a mover sus labios al compás del otro, lenta y dulcemente, disfrutando de la calidez y la suavidad de los labios contrarios.

Los dos ahora se sentían completos y satisfechos.

Ahora no había necesidad de nada más que de disfrutar de lo que comenzaban a tener.

Blonde Hair ➳ Hyuninحيث تعيش القصص. اكتشف الآن