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Finalmente habían llegado a la casa de Jisung.

No saben como, pero habían terminado "jugando" a la peluquería. Era gracioso, porque Minho siempre se burlaba de Jeongin, y era él parte del juego.

El karma existe, querido Lee Minho.

Como era de esperarse, Jeongin iba a peinar a Hyunjin, y Minho había decidido peinar a Jisung.

Empezaron lavando el cabello de sus chicos.

Era un total desastre ver a Minho lavar el cabello de su novio, solo se escuchaban quejidos de parte del pelinegro y gruñidos del otro, por no saber como manejar su cabello, ¿como Jeongin disfrutaba hacer algo así? era espantoso.

—Voy a dejarte después de esto, Lee.—se quejó el menor de la pareja, lloriqueando por los jalones que recibía.

— Trata de bañarte más seguido, amor. Tu cabello está más tieso que mi abuela.— se burló, rodando los ojos, y teniendo cuidado de no mojarle las orejitas.

Un punto a favor, mínimo.

Por otro lado, Jeongin era totalmente diferente con Hyunjin, lo trataba con cuidado y suavidad, siempre intentando no ser brusco, ni hacerle daño.

El rubio estaba relajado mientras sentía las manos del menor en su cabello y el agua caer por éste.

Unos minutos después terminó de lavarle el cabello y lo secó con una toalla.

Sonrió sabiendo que se venía su parte favorita, peinarlo.

Jisung había pedido prestada una planchita y accesorios a su mamá para el cabello, por lo que el peliazul estaba muy emocionado, le podría hacer onditas a su Hyunie para verse aún más bonito.

Y eso hizo, cuando el cabello estuvo seco comenzó a enrollar con cuidado el cabello en la planchita para hacerle rulitos.

— Amo hacer esto.— sonrió viéndolo.

El rubio inclinó un poco su cabeza para verlo y sonrió también.

— ¿Te diviertes, pequeño?— Jeongin asintió repetidas veces, sonriente.— Entonces también yo, seguro están quedando muy lindas.

La sonrisa no desapareció del rostro del menor, se mantuvo emocionado y feliz de poder hacer cosas diferentes en el cabello de Hyunjin, y de saber que cualquier cosa le quedaría bonita, porque su Hyunjin era bonito.

Estuvo un largo rato haciendo rulos en el cabello del rubio, y cuando acabó dió saltitos feliz.

Le tendió un espejo y le sonrió, en su interior se controlaba por no llenarle todo el rostro de besos, se veía jodidamente tierno.

— ¿Te gusta? ¡Te ves muy lindo, Hyunjinie!— el mencionado lo veía con ternura y asintió, aunque su cabello no se viera del todo bien, su pequeño se veía feliz.

— ¿Estás feliz?— preguntó atrayéndolo a su cuerpo, para tenerlo más cerca.

— Muy.— sinceró, con las mejillas de un leve rosa.

— Si mi Jeonginnie está feliz, mi cabello es lo de menos— le dió un besito en la mejilla y otro en la nariz.

Minho bufó viendo la escena, mientras era peinado por su novio.

— La boca le tienes que besar, Hyunjin. Estás lento.— negó rodando los ojos, fingiendo decepción.

Jeongin como siempre, se puso como un tomate y se escondió en el pecho del rubio.

— Eres tan molesto.— el más alto soltó una pequeña risa restándole importancia.

Bajó la vista hacia el pequeño peliazul que se escondía en su pecho y lo tomó de la barbilla sonriéndole dulcemente.

Y finalmente lo hizo, se acercó lo suficiente al menor y unió sus labios con los contrarios en un beso cálido y lleno de amor.

Blonde Hair ➳ HyuninWhere stories live. Discover now