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Un mes había pasado desde que Jeongin conoció a los padres de Hyunjin.

Mes en que cada cierto tiempo se pasaba a cenar con ellos. Su relación se había afianzado un poco más, cosa que hacía feliz a la familia Hwang y a Jeongin también.

Ambos estaban muy felices de poder ver el progreso de su casi relación y de como las cosas marchaban tan bien.

Aún así, estaban saliendo de mucho estrés por el estudio, por lo que decidieron tomarse un descanso juntos e ir a la playa para despejarse.

Alquilaron una cabaña y estaban yendo hacia allá.

Jeongin estaba recostado en el hombro del rubio mientras éste les hacía mimos en el cabello. Ambos iban en la parte trasera del auto y adelante, el papá de Hyunjin conduciendo.

El peliazul levantó su vista hasta su casi novio y le sonrió, sus ojos viajaron hasta el rubio cabello del chico, el cual estaba bastante largo.

Estaba casi seguro que Hyunjin no lo había cortado en unos cuantos meses. Pero aún así seguía estando bonito, se notaba sedoso y con un ligero brillo.

Se inclinó acomodándose en el asiento y miró al rubio algo tímido, antes de pedir algo que antes era bastante común.

— ¿Puedo hacerte trenzas, Hyunie? — habló bajito para que solo él pudiera oírlo.

Hyunjin lo miró sonriente y asintió dándole un pequeño beso en los labios.

— Siempre puedes, bonito.

La verdad era que había pasado bastante desde la última vez que lo peinó, ocupaban su tiempo en otras cosas y la obsesión de Jeongin con el cabello de Hyunjin había pasado a segundo plano.

Pero aún así el peliazul siempre le regalaba cosas para el cabello. Bandanas, cintas, cremas, aceites, brillos, coronas o cualquier accesorio o cosa que viera y le recordara al rubio.

El rubio mentiría si dijera que no extrañaba ser peinado por el menor, le encantaba sentir las manos del peliazul en su cabello y lo delicado que era con él.

Así que cuando le dio la espalda y sintió las manos de Jeongin sobre su cabello inmediatamente se relajó, cerró sus ojitos y disfrutó de lo que parecían caricias en su cabello.

Jeongin pasaba sus manos suavemente por las hebras rubias de Hyunjin y lo peinaba con delicadeza para evitar nudos, separó el cabello en dos partes y comenzó a hacer una trenza, se encargó de no ajustarla para no lastimarlo y siguió con el lado que le faltaba.

— ¿No crees que debería ser peluquero? Soy genial con esto.— se halagó así mismo en broma.

— Nop, creo que solo deberías peinarme a mí.— Jeongin se acomodó su lado después de terminar y rodó los ojos divertido.

— Deja de ser tan celoso, Hyunjinie.— le pinchó suavemente la nariz.— Mejor mira que bonito quedaste.— le dio un besito en la mejilla y señaló el espejo retrovisor.

El mayor se sintió algo avergonzado por el primer comentario pero le restó importancia y se miró al espejo haciendo caso al menor.

— Mi nov...— se calló al darse cuenta de lo que estaba por decir e intentó disimular.— Jeonginnie es el mejor.— sonrió y se giró para verlo, pero éste se notaba un poco triste.

"Seguimos sin ser nada, ¿no es así?" fue el pensamiento que tuvo de inmediato el menor.

Y Hyunjin no podía leer mentes, pero de inmediato supo que había dicho algo mal, y también se sintió triste.

Siempre tenía que hablar de más.

Blonde Hair ➳ HyuninWhere stories live. Discover now