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Después de esa extraña cercanía, ambos chicos se pusieron tímidos pero aún así se apresuraron a llegar al cine, no querían perderse la película.

El transcurso del viaje fue agradable, la timidez y vergüenza por lo sucedido en la casa de Jeongin no duró ni 10 minutos.

Ambos chicos conectaban con facilidad, por lo que la conversación fluía con rapidez y el ambiente era cómodo para los dos en todo momento.

Sin necesidad de mencionar que ambos estaban rendidos el uno por el otro, la compañía siempre sería genuina y agradable.

Apenas llegaron al cine, fueron casi corriendo a comprar las palomitas y algo para tomar.

Jeongin se mantenía junto a Hyunjin mientras esperaba que este pidiera para ambos, aportó dinero pero socializar no era lo suyo, suerte que lo tenía al rubio.

Cuando consiguieron palomitas y refrescos, caminaron para hacer la fila.

Era algo larga y avanzaba lento, pero eso no era lo importante para Hyunjin, su atención estaba puesta en el guardia que no dejaba de mirar a Jeongin.

Era joven, se notaba, y también era bastante guapo, ¿pero por qué no despegaba su mirada del peliazul?

Involuntariamente rodó los ojos y le dió una mala mirada al chico. Cosa que no pasó desapercibida para el menor.

— ¿Hyunjin? ¿Pasa algo con el guardia?— lo miró confuso, ajeno a toda la situación.

— No para de mirarte.— murmuró entre dientes, ¿por qué estaba diciendo eso voz alta?

El tono que usó dejó al aire sus notorios celos.

Jeongin no podía creerlo, por lo que reprimió una risa y lo miró divertido, no sabía si estaba bien disfrutar de eso, pero que Hyunjin lo celara no se sentía mal.

Al menos de esa forma.

— No importa, no me molesta.— mordió su labio, guiando su vista hasta el guardia.

Eso podía salir o muy bien, o muy mal.

— Pero a mí sí.— murmuró de la misma forma que antes.

Hyunjin no sabía si estaba bien, pero su lado posesivo estaba ahí y quería hacerle saber al guardia ese que Jeongin era suyo, aunque en realidad no lo fuera del todo.

Así que cuando estaban por entrar a la sala, y antes de pasar por al lado del guardia, pasó su brazo por la cintura del peliazul y lo apegó a él de manera posesiva, pero cuidando de no lastimarlo.

El menor sintió sus mejillas arder pero se dejó hacer por el rubio, después de todo eso era lo que quería.

Levantó su vista para ver a Hyunjin y este mantenía una cara seria, tenía ganas de reír aún, pero sus ganas de colapsar eran más grandes.

Cuando llegaron a sus asientos, el rubio dejó libre al más pequeño y se sentaron juntos, ambos en silencio.

Fue cuando Hyunjin se dio cuenta de lo que había hecho y se avergonzó. Jeongin lo notó rápidamente, el rubor en sus mejillas lo delataba, por lo que sonrió, la situación ahora le daba ternura.

—Tranquilo, Jinnie.— murmuró y acercó su mano a la contraria, para entrelazarla con la suya.

No sabe de donde salió tanta confianza, pero esperaba que se quedara con él.

El mayor se tranquilizó acariciando la mano del peliazul con su dedo pulgar, al mismo tiempo que sintió como este se recostaba en su hombro.

Lo siguiente de la película lo pasaron en esa posición, comiendo las palomitas y disfrutando de estar juntos.

Hyunjin se sentía algo tonto, pero al menos era un tonto por Jeongin y él lo quería así, ¿no?

Blonde Hair ➳ HyuninWhere stories live. Discover now