El Admirador Secreto || [Adaptación]

〔 ❀ 〕FIFTEEN

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❛❛「 (手紙) Teatro」 ❜❜
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Tengo miedo de salir de esta habitación y no volver a sentir en mi vida lo que siento estando contigo.

Maratón 3/8

Mixtli estaba en shock mas se forzó a reaccionar; después de darse algunas bofetadas mentales, doblo la carta y la puso en el sobre para posteriormente guardarla en la mochila de su amigo, suplicaba haberla colocado como él la había dejado y no se diera cuenta. Acomodo el morral, no tenía tiempo para asimilar lo que leyó puesto que Marlon se estaba acercando con los dos helaos teniendo una sonrisa que enamoraría a cualquiera.

—Aquí tienes bella dama—hablo fingiendo una reverencia mientras le entregaba el postre.

—Gra-gracias Marlon...—estaba nerviosa, su admirador secreto se encontraba frente a ella, la persona que quería conocer desde los primeros escritos.

El colombiano comenzó una plática en la que la mexicana solo se dedicaba a escuchar, seguía procesando todo lo ocurrido en tan pocos minutos.

—Estas muy callada Mix...—comento unos segundos después—¿Te pasa algo?

—N-no, solo cansada amm—desconocía el que decir, se quería ir, debía pensar las cosas. Odio que le empezara a temblar la voz en esos instantes. —Creo que debo irme... yo... deje a Juni sola en casa y no quiero estar lejos de ella por mucho rato...

—Claro, entiendo...—dudaba—Bueno yo tengo que ir a trabajar y tranquila que yo hablare con Arthit para llevarlo a tu casa.

—Gracia por eso—se puso de pie, su acompañante la imito. —Entonces, me alegro verte... nos vemos luego Marlon.

—Claro... hasta luego Mixtli—se acercó a su mejilla depositando un beso dulce, provocando que se sonrojara.

El latino sonrió al percatarse de eso, la contraria le devolvió el gesto algo tímido para a continuación agitar su mano en forma de despedida, girándose con la intención de ya dirigirse a su casa, su corazón estaba más acelerado que nunca. Llego a su hogar prácticamente corriendo, sus manos temblaban siguiendo sin poder creer a su descubrimiento.

—Señora, ¿Se siente bien? —pregunto Eli quien pasaba por donde su jefa había quedado parada.

—Si Ellie... ¿Podrías llevarme un té de canela a mi despacho? —intento aparentar estar bien.

—Claro señora, en un momento se lo llevo—se fue directo a la cocina.

La mexicana camino de manera rápida a su despacho, arrojando su bolsa al sofá. Tomo asiento en la silla tras su escritorio, hizo la cabeza hacia atrás mirando el techo lanzando un suspiro, por qué ahora se le presentaba la situación cuando estaba más confundida que nunca. Elizabeth llego en ese momento con su bebida caliente, lo dejo y se retiró sin decir nada, debía ser muy vidente su estado como para no preguntarle al respecto. Necesitaba calmarse y pensar con claridad... no quería lastimar a Marlon... no negaría que la primera vez que lo vio le gusto y a pesar de haber estado poco tiempo considerándolo un buen amigo en el cual podía confiar... se dedicó a darle un pequeño sorbo a su té, cuando unos golpes la interrumpieron.