Capítulo 3

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«Lo peor de esperar algo, es saber que llega el momento y descubres que nada de lo esperado, sucedió»

Habían pasado ya dos semanas desde la discusión con Elliot e Idunn no sabía nada de él. Se estuvieron evitando durante su estancia en la escuela, ella acompañada de Young-mi y él al lado de Nina y sus amigas.

La asiática había hablado con ambos chicos y logró mantener la poca tolerancia y equilibrio que quedó de aquella amistad. Sabía que volverían a la normalidad, pero ambos necesitaban de un espacio a solas.

La tercera terapia había acabado, y para la castaña era un dolor de cabeza regresar a casa al lado de madre «Esto no tiene sentido», se repetía constantemente, sabiendo que una terapia más y sería libre de aquel fastidio.

Elliot por su parte, había oficializado su noviazgo con Nina, quien se mantenía feliz ante aquel hecho. Luego de la discusión que presenció entre su pareja e Idunn, había pensado muchas cosas y debía hablar con él y con ella si era posible, pero este se mantenía firme en dejar de lado aquel tema.

   —Elliot, tenemos que hablar.

   —Si se trata de lo ocurrido con Idunn, no hay nada que hablar —sentenció.

   —Claro que lo hay, yo... lo siento —dijo ante la negativa e indiferencia que el castaño había estado brindándole desde el día que formalizaron.

   —No importa, debo irme —dijo tomando su mochila—, tengo unos asuntos que resolver en casa.

Sin más, se despidió dando un breve beso en su sien y retirándose del lugar. Parecía molesto y ella lo sabía, pero no podía remediarlo porque él se negaba a entrar en el tema.

Young-mi había hablado con Idunn, haciéndole ver que Elliot necesitaba alguien que no fueran ellas, a quien amar sin restricción de una amistad y con quien viviera lo que con ellas no hacía, no era propiedad de ellas, ni exclusivo.

Ambas sabían que mucho tiempo atrás el chico de piel morena había sido el motivo de un loco "enamoramiento" secreto e imposible, por parte de la castaña. Pero, habían pasado años de aquella situación, incluso ocurrió mucho antes de que fuera tratado como un hermano ante los padres de Idunn. Luego de un tiempo, ella había llegado a la conclusión que se trataba de una locura y un mal momento, pues... notó lo idiota que podía ser Elliot y no era eso lo que ella quería para sí misma.

Pero ahora el motivo de enojo, no se trataba de ese supuesto "amor" que llegó a sentir, sino por aquella hermandad y fraternidad que ambos mantenían entre sí. Sabía que sonaba egoísta, que en algún momento su distanciamiento sería inevitable, y que al finalizar el año ambos tomarían rumbo distinto, pero aún no era el momento.

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La felicidad en el rostro de Idunn era verdaderamente notoria, rara vez la veían triste o apagada, pero hoy podía decir que era plenamente feliz. Al salir de clases iría a terapia con su madre y no tendría que volver con ella jamás.

Young-mi sabía de aquello, pero no del motivo por el que había estado asistiendo, tampoco preguntaba, pues suponía que se trataba de los temas que no tocaba su amiga. Le prometió ir a su casa luego de que acabara con la terapia, para festejar su salida de esa tortura, como lo llamaba Idunn.

Por su parte, la castaña había aceptado la visita, ya que tenía mucho tiempo sin hablar con alguien de cualquier locura mientras veían alguna película, así que no se pudo negar, a parte, necesitaba mostrarle su habilidad en los videojuegos, quizás no se emocionaría como Elliot, pero sería una buena compañía.

Yo No Me EnamoroWhere stories live. Discover now