Capítulo No. 39 Somos uno solo.

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Una pelivioleta abre los ojos al sentir la incomodidad de la luz entrante en la habitación, suspira y se mueve en la cama

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Una pelivioleta abre los ojos al sentir la incomodidad de la luz entrante en la habitación, suspira y se mueve en la cama.

Al sentarse ve a su alrededor y se sorprende, esa no era su habitación.

Un enorme sonrojo se apodera de sus mejillas y con una boba sonrisa se deja caer a la cama.

Estaba desnuda, en esa habitación, la habitación perteneciente a la persona que ella ama, aspiro el aroma de las sábanas, las cuales tenían el olor de él.

Cerró sus ojos recordando todo lo que había pasado hace algunas horas...

Hace varias horas, todos se habían preparado para la fiesta, un rubio con mechón negro tenía una música agradable, animando el ambiente, algunos hablaban animados con un vaso de ponche en su mano, otros con gaseosa.

Unos cuantos bailando en el centro de la habitación.

El peliverde se encuentra hablando con el rubio cenizo y con el bicolor un poco alejados de los demás.

Los tres tenían un vaso de ponche.

A medida que los minutos pasaban, el ambiente se comenzó a animar mucho más, la música era un poco más suelta y bailable.

Los callados del salón hablan de más, la mayoría se encontraba en la pista de baile gritando y bailando.

-Las manos arriba- grito el rubio de mechón.

Todos comenzaron a saltar mientras alzaban los brazos.

-Un grito las chicas- estiro su mano con el micrófono.

-YEI!!!- gritaron las chicas.

-Un silbido los chicos- hizo lo mismo.

Los chicos comenzaron a silbar.

-Todo esta llendo tan bien- dijo un pelos de uva con una sonrisa macabra.

-Oye Kiri... No crees que el ponche está super delicioso- le dijo la pelirrosa al pelirrojo.

-La verdad es que si... Tiene un buen sabor- ambos están bailando mientras hablan -Quieres otro vaso?- le pregunto.

-Si claro- el chico se alejo y fue por dos vasos más.

Un peliazul con lentes se encuentra literalmente inconsciente en uno de los sofás.

-Oye... Tsuyu-chan... Me has parecido tan atractiva desde segundo- decía un pelinegro de cintas -Quisieras no se... Salir el fin de semana?- pregunto.

Una estruendosa risa fue lo que se escucho, Ojiro reía como nunca, al ver como Sero estaba coqueteando, lo que no sabía este es que todo eso se lo decía a una planta que se encontraba en la habitación.

Un poco alejados de allí estaba un chico de pelos de uva.

Se había olvidado de lo que habia hecho e incluso el había tomado del ponche.

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