Prólogo.
Izuku y sus compañeros estan ya en segundo año domina el 50% del One For All, él no había hablado demasiado con la pelivioleta, pero después de saber el mismo gusto músical empezaron a pasar más tiempo de caridad, sus compañeros se dan cuen...
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Midoriya Izuku y Jirou Kyoka se encontraban en este momento en uno de los pasillos del gimnasio, solos, voltearon a ver a todos lados y tomaron sus manos.
-Estuviste genial Jirou- dijo un poco tímido el peliverde.
-Gracias- un pequeño tinte había en las mejillas de la chica -Pero tu sorprendiste mucho- dijo la chica.
-No es para tanto- ríe mientras se rascaba la cabeza.
-Claro que si, tu velocidad es genial- le dijo con entusiasmo -De seguro los demás están muy sorprendidos por eso- le sonríe.
-Gracias- sonrie un tanto avergonzado.
-Estuvimos geniales- dijo ella mientras agarraba la camisa del chico con sus manos.
-Sin duda has mejorado mucho, me sorprendí al ver que acertaste a la primera en encontrar uno de los nervios de Uraraka-san-
-E-eso es por que... Tengo un buen sensei- dijo un tanto avergonzada, eso hizo que el corazón del peliverde se acelerará.
En eso el peliverde se percató de como estaba la chica y ya que solo llevaba una blusa deportiva pegada al cuerpo sin mangas.
-T-tu camisa- dijo Izuku algo sonrojado.
Los pequeños pero firmes pechos, el peliverde se pudo deleitar al verlos por encima de la blusa.
-E-es cierto- dijo algo avergonzada cruzandose de brazos.
-Jirou- el peliverde coloca su mano derecha encima de su cintura -Te vez linda- dijo, su actitud era un tanto más seductora.
Esa actitud hizo sonrojar a la pelivioleta y simplemente se puso nerviosa.
El peliverde se acercaba a la chica, mojo sus labios listo para poder tener el primer contacto de labios entre ambos.
A escasos centímetros, la ojivioleta podía sentir la respiración del chico, sobre sus labios, un escalofrío recorrió su espalda.
-Cr-creo que es mejor ir con los demás- dijo un tanto nerviosa.
Ese nerviosismo y sus palabras sacaron al peliverde de su actitud y volvió a ser el mismo chico tímido.
-E-esta bien vamos- caminaron un poco tomados de la mano.
A estar a unos metros de la salida y que todos los vieran se soltaron.
El peliverde quito su camisa y se la coloco en los hombros a la chica.
Sorprendiendola por ese acto.
-Gracias- le agradece un tanto avergonzada.
El ojiesmeralda le sonríe y empieza a caminar, ya sin estar tomados de la mano.
Ambos suben a las gradas con sus amigos, ven que ya varios se encontraban allí con golpes y moretones.