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Daba demasiadas vueltas intentando conciliar su sueño. El pensamiento de que Taehyung estaba cerca lo mantenía ilusionado, lo mantenía con una esperanza indescriptible. Su pobre corazón esperanzado quería salir para buscarlo en ese mismo instante, para besarlo, para decirle lo mucho que le ha extrañado.

Quería hacer cada cosa que su mente retrataba, pero estaba ese pensamiento en que, si no pudo ser antes; no lo será en un futuro. Ha esperado por ciclos y ciclos el encontrarlo y no dejarlo escapar tan fácilmente de sus manos, pero sabía que no podía hacer más. 

Estaba prometido con una preciosa chica que estaba dispuesta a todo y, eso, lo confirmó cuando ella aceptó la propuesta de Moon y Yoongi sin pensarlo. Después le había preguntado al respecto y la chica solamente le respondió con un 'el único cuerpo que toques, será el de ese chico. Porque sé que no me ves y no me verías de esa forma'. Después de eso, descubrió que Eunbi era alguien enviado por los Dioses en el cuerpo de una persona carnal.

Jungkook decidió sentarse para tomar su cabeza mientras intentaba domar cada uno de sus pensamientos. Miró a su alrededor y recordó vagamente el cómo había descubierto que Taehyung desapareció del mapa, dejándole solo. 

Sus ojos se llenaron de lágrimas escurridizas, las cuales, no atendieron el llamado de su cerebro para que no corrieran por sus mejillas. Los sollozos empezaron involuntariamente y parecía que no querían despedirse por un buen rato, rato el cual aprovecharía para desgastar sus lágrimas en recuerdos.

Recordó la primera vez que lo vio, esa preciosa sonrisa había calado su corazón desde el primer vistazo. Después recordó la segunda vez que lo vio, escapó del palacio solo para tenerlo cerca y para admirar su rostro, sus facciones y, cómo no, la sonrisa que de vez en cuando soltaba.

Su corazón empezó a latir rápido por cada uno de los recuerdos proyectados en su mente, sus mejillas se tiñeron en rojo y su sonrisa se amplió grandemente.

A veces era así, como un tonto enamorado, pero después llegaban los recuerdos de ese día y simplemente todo buen recuerdo se tornaba opaco y era reemplazado por sus lunas nostálgicas en las que su corazón adolorido llamaba con clamor a la otra mitad que le habían arrebatado. 

Le hubiera gustado seguir normalmente con su vida, le hubiera gustado no sentir lo que siente por aquel Hebreo que aún le robaba suspiros enamorados. Absolutamente todos le habían dado consejos para olvidarlo, algunos le habían dicho que solamente sería un enamoramiento pasajero y que en doce ciclos lunares ya iba a estar como nuevo.

Al principio lo creyó, al principio pensó que su corazón solamente era un caprichoso. Pensó tantas cosas, las cuales le hubiera gustado que fueran ciertas. Pero se rindió ante su corazón, cuando sus sentimientos por el Hebreo crecían cada día más como si su partida no le hubiera lastimado.  

Se sintió traicionado por sus palabras y las palabras de todos a su alrededor. Su mente hacía todo lo posible para darle razones por las cuales debía terminar con aquellos sentimientos, pero su corazón seguía latiendo incluso más fuerte que el primer día en el cual conoció aquella preciosa sonrisa y al portador de esta.

A veces salía del palacio e iba en busca de aquel amor, pero a mitad del camino, tal vez se desilusionaba. Sabía que no podía encontrarlo tan fácilmente, porque sería tan ilógico que se reiría de sí mismo.

Ver a Jennie, hizo que sus esperanzas volvieran, como si estas estuvieran guardadas en un cofre de cerradura inestable. Cada una de sus sonrisas por el resto de esas lunas, eran dadas a la pequeña ilusión de volver a encontrar a su amor.

Volvía a estar como un joven enamorado. Era un poco más feliz que otros días, su empatía por las personas había regresado levemente y ya saludaba con ojos felices a cada uno de sus criados.

Egypt  ✧KookV✧Where stories live. Discover now