𝐆𝐔𝐘𝟑𝟐 [𝖸𝗎𝗇𝗁𝗐𝖺]

10.

Sus brazos rodearon mi cintura y un nudo en mi garganta se mantenia de forma dura sobre mi cuello , el tomo mi mano mirandome a los ojos y suspiro de forma pesada.

— prometo que no será la ultima vez aue nos veamos.

Suspiro el menor entre ambos, haciendo una mueca de tristeza acaricio mis manos sin finalizar con un abrazo fuerte, enredando mis brazos alrededor de su cuello, tomo sus cosas y se marchó del lugar dejándome solo en pleno pasillo del hospital cuando este giro hacia la derecha.

Mis mejillas se empaparon a los pocos minutos que este siguio su rumbo, el rato paso y ya estaba comiendo solo en aquel frío y lluvioso dia de invierno.

— "lo extraño"

Murmure a lo bajo mientras tomaba entre sus manos el dibujo de tulipanes que había hecho Yunho especial para Seonghwa.

Las horas, los dias pasaron al igual que los meses y los años...pronto sería nuevamente el cumpleaños del pelinegro, ya serian 29 años y no habia nada mas que le molestara que mencionaran dia y noche lo viejo que estaba.

— Ya Cállate Hongjoong, ya se que estoy rozando los treinta.

— Todo un señor mayor.

El mas bajo rio de forma explosiva, haciendo que su cafe se desplomara por toda la blanca y suave tela que cubria la
camilla del mayor.

— Oye ya basta, mis sábanas.

Con un pequeño puchero el pelinegro suspiro y giro su rostro a la derecha, viendo a su querida enfermera entrar con un delicioso pastel; el favorito de Seonghwa.

Como me encantaria contarles cuanto avanzo con sus tratamientos desde que Yunho decidió marcharse, Seonghwa con el paso del tiempo comenzo a probar las muletas, logrando finalmente conseguir caminar con un poco mas de facilidas; pues claro, fue la promesa que le habia hecho a su menor.

Eran tan solo las 7 pm cuando Seonghwa se encontraba caminando con cuidado junto a sus muletas cuando vio de espalda a un chico alto, cabello negro y mechones rojizos, una amplia sonrisa inocente se planto sobre sus mejillas al recordar a su antiguo "compañero de habitación". El pelinegro se acercó a la enfermera que se encontraba frente al chico alto, antes de hablar este escucho atentamente la pregunta del joven frente suyo.

— ¿esta disponible para visitar al...

Saco de su bolsillo un pequeño papelito malgastado con algo de polvo y unos cuantos números semi borrados; pues se veía que se trataba de un papelillo antiguo.

— El chico de la habitacion número 32.

Su corazón se aceleró y una sonrisa se poso en sus labios de forma inmediata; Era Yunho.

— ¿Jeong?

Al escucharlo el mas alto no dudo ni dos segundos y al darse vuelta observo al menor de pies a cabeza, con un ramo de tulipanes entre sus brazos, se acerco al chico y un abrazo calido rodeo a ambos cuerpos, como si de una burbuja transparente se tratará.

Años habian pasado desde su ultimo reencuentro y verse nuevamente los hizo felices, los volvió a hacer uno solo.

[...]

— Y bien, cuéntame que cosas han sucedido acá Hwa.

— Nada interesante sinceramente ¿que tal tu?

— El psiquiátrico es horrible, aunque me ayudó mucho y finalmente pude salir de ahí.

El pelinegro asintio al escucharlo tomando la mano de su menor, mirando por la ventana y luego dirigir su mirada hacia el ramo de flores.

— No tuviste porque molestarte en traermelas.

— Son mejores estas rosas a comparación de lo primera que te di y te puse sobre tu oreja.