Time Pom pt final

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—¿Alguna otra cosa? ¿Alguna nota dirigida a mí, algún comentario, o algo que haga pensar que volverá a matar?

Jackson se inclinó hacia delante.

—Sólo los fragmentos subrayados. ¿Qué piensa?

Mew miró fijamente a Jackson y sacudió la cabeza.

—Ya no trabajo para el FBI y, cuando trabajaba, lo mío no eran los perfiles. Si quiere una opinión experta, llámelos a ellos.

Sin embargo, sus pensamientos ya se habían disparado. ¿Alguien lo había identificado personalmente? ¿Era posible que alguno de los delincuentes que había

metido entre rejas llevara a cabo una retorcida venganza contra él? Podía conseguir copias de todos los casos en que había trabajado y revisarlos detenidamente, aunque

todavía recordaba hasta el último criminal violento que había contribuido a encerrar.

Habló Barrow por primera vez desde que se habían presentado.

—He leído sus libros, señor suppasit. Supongo que se podría decir que soy un lector fiel. Sus historias son bastante aterradoras. Auténticas —añadió, e hizo unapausa—. Creo que volverá a actuar. Estamos investigando a las antiguas parejas de Time Pom, amigos, colegas —dijo, casi sin prestarle importancia—. Pero el hecho de que haya aparecido su libro dispara las alarmas.

Mew respiró hondo, pero guardó silencio. A él también se le habían disparado las alarmas. En su cabeza resonaba toda una orquesta de advertencias.

—Mis superiores ya se han puesto en contacto con los federales —dijo Jackson—. Esperan cierta colaboración. Pero se nos ha ocurrido que quizás usted tenga alguna idea especial, de modo que he decidido venir a hablar con usted. ¿Alguno de los delincuentes que detuvo ha salido de la cárcel? ¿Alguien lo ha amenazado?

Mew no pudo evitar echarse a reír, pero el timbre vacío de su risa no tenía gracia.

—¿Amenazarme? Usted ha trabajado más tiempo que yo de policía. Seguro que a alguno de sus detenidos no le apetecía demasiado que lo encerraran. —Sacudió la cabeza y siguió—: Cuando alguna de las personas contra quienes he declarado o que he detenido obtiene la libertad condicional, me lo comunican. Debo decir sinceramente que todos los que he detenido están muertos o en la cárcel.

Jackson hizo una mueca que parecía una sonrisa.

—A mí ya me gustaría decir lo mismo —dijo—. Una trayectoria impresionante.

El respondió encogiéndose de hombros.

—En realidad, no. No fui yo quien atrapó a todos esos cabrones asesinos —dijo.

—¿Y qué hay de los familiares de esos condenados? ¿Alguien que pretenda vengarse porque usted ha puesto entre rejas a un padre o hermano, un primo, un amante?

—No lo sé —dijo el, negando con la cabeza—. Tendrían que revisar los informes de mis casos. No se me ocurre nadie en especial, pero no tengo aquí mis apuntes y no he pensado demasiado en ello.

Sin embargo, sabía que a partir de ahora sus días y noches estarían marcados por la obsesión con aquellos viejos casos hasta que descubrieran al asesino. El mismo se encargaría de conseguir una copia de sus casos. Se aseguraría de que no había pasado por alto algún detalle de sus siete años en el FBI. Pasar por alto algo que le había costado la vida a Time Pom.

Quizá nunca lo descubrirían. Y aunque sólo había matado a una persona, al menos según las informaciones que tenían, algo le decía a Mew que volvería a actuar.

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