capitulo 5 parte 2

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Después de treinta minutos de conversación sumamente discreta, frustrante y llena de tensión con el agente especial Saint suppapont y mew, gulf abandonó la sala y fue a encerrarse en el estudio. Tenía que hacer unas cuantas llamadas.

Había buenas noticias, y eran que el FBI había revisado las medidas de seguridad que gulf había propuesto y la oficina de siam iba a asignar otros dos agentes, a pesar de que Mew se oponía a ello. Mañana interrogarían a los vecinos de mew en cuatro de la docena de casas de esa parte de la playa estaban vacías, alquiladas o cerradas porque los dueños vivían en una primera residencia. El FBI había alertado a todas las inmobiliarias de las propiedades para que vigilaran estrechamente esas casas y le notificaran si algo parecía estar fuera de lugar.

Se enviarían los equipos necesarios, pero dado que los recursos escaseaban, no se podía mantener una vigilancia permanente, sólo un equipo para toda la jornada, aparte de Peterson y su compañero. Sin embargo, el FBI trabajaba en estrecho contacto con los cuerpos de seguridad para coordinar la información. Además, ofrecían darle máxima prioridad al caso en sus laboratorios en Quántico.

Saint había traído una caja llena de viejos archivos de los casos de mew.

El no dejaba de hojear los documentos, ansioso por empezar, sin disimular que tenía ganas de que saint se marchara.

Gulf intuyó que había algo más que una relación profesional entre mew y el agente del FBI. El volvía a esconderse tras su escudo invisible. Los esfuerzos de gulf por penetrar en su mente, entenderlo y darle confianza para que bajara sus defensas, se desvanecieron por completo cuando apareció saint. Gulf sintió una fuerte descarga de celos, aunque no tardó en aplacar la emoción.

No podía permitirse entablar una relación con alguien vulnerable. No era que mew fuera vulnerable en el sentido tradicional. Todo lo contrario, su fuerza y su visión clara de las cosas le parecían admirables. Pero lo necesitaba a él, y gulf era muy consciente de su pasado junto a personas que lo necesitaban. En su interior luchaban dos bandos, y él estaba decidido a guardar sus distancias con ambos.

Sin embargo, tenía que reconocer que mew le intrigaba. Era diferente a todas las personas que había conocido.

En el estudio, gulf cogió el teléfono y marcó el número de un amigo que trabajaba en la oficina del FBI cerca.

—Up, soy gulf kanawut.

—Qué, tanto tiempo. ¿Cómo te va?

—Necesito una información. —Le contó al agente lo del caso y le pidió que mirara en los archivos del FBI sobre mew, en el Q-T. Aunque los federales ya estaban trabajando en la investigación, gulf quería saber todo lo que hacían.

Up le respondió con un susurro de voz.

—Me estás pidiendo que me meta en los asuntos de la dirección superior. Yo sólo me ocupo de los fraudes bancarios.

—Eres el único que conozco en la oficina. ¿No puedes mirar a ver si encuentras algo?

—Lo intentaré, pero no cuentes con ello —dijo up, después de una pausa—. ¿Por qué no se lo pides a tu hermano? Tiene mejores contactos.

—goob está fuera del país. —Además, gulf no quería inmiscuirlo. Pediría ayuda a su hermano cuando la necesitara de verdad, ni un minuto antes. Si no, goob se adueñaría del asunto, como solía hacer.

—Vale, gulfi, veré qué puedo encontrar. Pero, francamente, dudo que pueda dar con algo sin llamar muchísimo la atención.

—Gracias, up, te agradecería cualquier cosa que encuentres. —Al colgar, pensó que up tenía razón en una cosa. Goob tenía buenos contactos. Sería conveniente pedirle ayuda, pero gulf prefería no hacerlo.

Aun así, después del florista..., debería llamarlo, aunque no fuera más que para pedirle consejo. Cogió el teléfono y llamó a casa de goob. Sabía que no estaba, pero que escucharía los mensajes.

—goob, soy gulf —dijo—, llámame cuando vuelvas a casa. Quiero saber tu opinión sobre un nuevo caso que tengo entre manos.

Goob debería estar de vuelta en Tailandia en un par de días, pensó gulf.

Hablaría con él entonces.

El teléfono sonó en cuanto gulf colgó, y dejó que se activara el contestador.

—mew, llámame. —Pausa. Y luego colgó.

Una voz de hombre, preocupado.

Gulf frunció el ceño. Podía ser inofensivo, quizá un viejo amigo de la universidad, o un antiguo colega del FBI. O quizá no.

¿mew guardaba algún secreto? ¿Algo que podía costarle la vida? gulf hizo otra llamada.

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