Capítulo 02: El primer corazón roto

533 43 129
                                    

―Un gin tonic para la señorita

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

―Un gin tonic para la señorita.

El chico me entregó mi bebida.

—Gracias.

La miré por unos segundos indecisa.

Dios, ¿y si esta sabía peor que la anterior?

Marcus rio de mí nuevamente.

— ¿Para que vienes aquí si no bebes?, es un club, no una guardería.

—Es mi cumpleaños.

—Ya —chasqueó la lengua.

Probé la bebida esta vez sintiendo un sabor un poco dulce. Hice una mueca de asco nuevamente.

— ¿Qué es esto? —pregunté.

—Es un coctel, ¿tampoco te gustó?

—Bueno, está mejor que el anterior.

Me observó detenidamente hasta un punto que empezó a incomodarme un poco.

— ¿Qué tanto miras, pervertido? —pregunté.

—Nada, no hay nada que mirar, eres una niña, solo sigo esperando a que me digas tu nombre.

—Debo irme.

Me levanté de ahí y caminé hasta donde mis amigos se encontraban bailando.

¿No se cansan?

—Ehh, chicos, creo que ya deberíamos irnos —hablé llamando su atención.

— ¿Por qué? La noche apenas va iniciando —respondió Alex.

—Sabes que mi papá me da permiso de salir hasta las once.

—Son las diez, Em, relájate. Además, estás conmigo.

—Exacto, esa hora y tú son una mala influencia para mí.

—Deja el drama.

—Entonces me iré en un taxi, no se preocupen, si se quieren quedar está bien, pero por favor avísenme cuando lleguen a su casa.

—Vale.

—Em, déjame acompañarte —habló Daniel.

—No, está bien, yo voy sola, quédate aquí con Alexandra y yo cuando llegue a casa te envío un mensaje de que llegué sana y salva.

—Entonces al menos déjame darte dinero para el taxi —insistió.

Rodé los ojos.

—Bueno.

Él me entregó los billetes y luego de despedirme, salí de ese lugar para adentrarme a la oscura y solitaria noche de las calles de Stuttgart.

Miré a los lados buscando un taxi que pasara por aquí cerca, pero no había nadie.

Déjà Vu [#3] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora