Capítulo 04: Los secretos de Avery Jones

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10 de Octubre, uno de los días más pesados y tristes para mí

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10 de Octubre, uno de los días más pesados y tristes para mí. Era el cumpleaños de mi mamá y ahora me encontraba sola en el sótano viendo álbumes sobre ella.

Había muchas cajas con sus pertenencias, fotos, recuerdos, libros, notas, ropa, CDs, etc.

Mi papá no se encontraba en casa, había salido desde esta mañana y se supone que yo iría con Alex por la tarde a comprar los vestidos para el baile de bienvenida, pero la salida fue cancelada porque Alexandra decidió escaparse al cine con Daniel y ahora está castigada.

Seguí sacando las pertenencias de mi madre de una de las cajas y entre tantas cosas encontré algo de lo que siempre había hablado toda mi familia pero jamás tuve la oportunidad de buscar: el diario de mamá.

Lo miré curiosa, era de color rosa y en todo el centro estaba escrito en dorado la palabra «Sunshine». Nunca entendí porque mi papá le decía así, pero luego me explicaron que fue un apodo que le puso de muy pequeña mi abuela, Amanda, por ser tan rubia y risueña, luego mi papá la conoció por su diario y le llamó Sunshine creyendo que ese era su nombre.

Por esa razón mi papá me llama Moonlight, porque dice que soy todo lo opuesto a lo que era mamá.

En fin, mi papá y sus apodos.

Tomé el diario entre mis manos y fui a mi habitación, necesitaba leerlo. Aunque eso fuera a invadir la privacidad de mi difunta madre, lo necesitaba. Necesitaba saber todos los secretos de Avery Jones, aquellos que mi familia no parecía dispuesta a contarme.

Las Palabras de Avery no cuenta todo lo que ocurrió con mi mamá porque está escrito por mi tía Michelle a base de los pensamientos de mi papá, pero leer todo desde la perspectiva de mi mamá es diferente y todo está en su diario.

Lo abrí acomodándome sobre mi cama y empecé a leer una de las primeras páginas.


«No se quién crees que soy, qué debo entender y qué no. Pero hoy escribo lo que no te puedo decir a la cara, ¿por qué? Porque sigo siendo una cobarde, si... eso es lo que soy. Una cobarde.

No quiero mirarte a los ojos y descubrir esa faceta que tanto intentas esconder de nosotras. Ya no soy más esa pequeña rubia que se quedaba sentada en el columpio del jardín esperando tu llegada con ansias, posando esos ojos verdes en cada auto que pasaba frente a la ventana de su habitación, esperando verte entrar a la casa con una sonrisa y abrazarte con tanta emoción.

Desde que tengo memoria, has sido mi héroe, siempre te he idolatrado, porque no miento cuando te digo que eres la persona más importante para mí y me duele pensar que ya toda esa magia no existe entre nosotros.

Porque aunque no lo creas, sé y entiendo el daño que le haces a mamá y me duele con toda mi alma saber que no eres el padre que yo siempre he idolatrado».


Leí atentamente cada página y entendí la relación que mi mamá llevaba con los abuelos desde un principio, entendí sobre su enamoramiento hacia mi tío Logan y por último, entendí sobre todo lo que pasaba por su cabeza el día en que conoció a papá.

Déjà Vu [#3] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora