Capítulo 08: Emily Wright

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Salí de mi última clase preparándome mentalmente para llegar a casa y morirme de aburrimiento haciendo deberes escolares únicamente, porque sí, mi papá incluso me había quitado mis libros porque eso significaba para mí "estar castigada", sin mi mó...

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Salí de mi última clase preparándome mentalmente para llegar a casa y morirme de aburrimiento haciendo deberes escolares únicamente, porque sí, mi papá incluso me había quitado mis libros porque eso significaba para mí "estar castigada", sin mi móvil, sin salidas ni visitas, y sin mis libros.

Cuando salí al estacionamiento me sorprendí al ver a Marcus esperando por mí. Fruncí el ceño y caminé hacia él.

— ¿Qué haces aquí? Estoy molesta contigo.

— ¿Por qué?

—Te fuiste sin decir nada.

— ¿Y qué querías que dijera? Tu papá estaba molesto. No iba a recibir otro golpe de su parte o hacer que te castigaran por más tiempo.

Suavice mi expresión. Tiene sentido.

—Tienes razón, lo siento —hice una mueca.

— ¿Qué te dijo? ¿Por cuánto tiempo estarás castigada?

—Una semana, me quitó mis libros, el móvil y me prohibió las salidas. Solo tengo derecho de asistir al instituto.

—Entiendo.

—No es justo, quiero hablar contigo, quiero verte. Va a ser una semana bastante aburrida —me quejé.

— ¿Y si nos vemos aquí un rato luego de tus clases? Podría llevarte a tu casa de regreso y te dejo, no lo sé, dos calle antes para que tú papá no se de cuenta.

— ¿Harías eso por mí?

—Tú dime lo que quieres hacer y yo estaré de tu lado sea lo que sea.

—Ahora mismo quiero besarte —respondí tímida.

Él sonrió.

—Yo también muero por besarte, Cherry. Pero si lo hago, puedo meterte en problemas, así que mejor déjame llevarte.

Sonreí como tonta ante su respuesta. Él es el indicado, si hubiese sido Aaron u otro chico, no le hubiese importado y me hubiese besado de todos modos. Quién sabe.

Me quitó el bolso de mis hombros para llevarlo él y me abrió la puerta de su camioneta.

Una vez dentro, me puse el cinturón de seguridad mientras él la rodeaba para entrar en el puesto del piloto.

Colocó su móvil en mis piernas dándome la libertad de elegir las canciones, como era de costumbre.

Elegí una que había escuchado recientemente por culpa de Alexandra, ya que era muy fan de Aitana, una cantante española, así que la añadí a la playlist que le había creado a Marcus hace un tiempo en su móvil.

Mon Amour comenzó a sonar y Marcus me observó de reojo con una expresión divertida al verme cantar en español.

—Y es que me encantas tanto, si me miras mientras canto —lo miré y él soltó una carcajada sin despegar su vista del volante—, se me pone cara tonta, niño tú me tienes loca—canté el coro simulando tener un micrófono en mis manos.

Déjà Vu [#3] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora